Así como el susurro de un amante infiel,

que al despertar por las mañanas,

desprende su agonía al saber

que su tiempo de amar acaba;

Así como el destino de aquellos

que corrompen tímidamente su estandarte

solo por dejar la complacencia de lado,

emulando viejos villanos

que otrora supieron vanagloriarse

de hazañas poco leales;

Así como neblina

que cubre con su espeso manto

la ternura de tus besos apasionados,

solo por creer que el tiempo lo perdona todo;

Así mis días se acobardan,

Porque alejarme implica olvidarte,

y el pretender quedarme una vez más,

como una retórica que se explaya

sobre el paupérrimo tendal de tu sapiencia,

desgranando las huellas que el abismo otorga,

así, todo desvanece,

y tu voz,

tu voz como un fresco torbellino

donde la incongruencia de mis recuerdos

y un puñado de sombras sin cuerpo algo cansinas,

tu voz como estrella fugaz

quemando mi sien,

dejando estelas de olvido

por entre la bruma de mis suspiros,

tu voz,

tu voz rompiendo mis silencios menos cobardes

y esta esperanza de ser aún sin tener…

Así, deslizo mis días menos dolorosos.

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