Cuando la esposa llegó, alcoholizada y descalza luego de la última salida con amigas, se hizo el muerto. Tan bien le salió y tan grande fue el susto y el revuelo, que el veterinario les cobró carísimo por habérsele llamado de urgencia y porque de los tres integrantes de la casa, el perro era el más saludable.
© Lucía Borsani
Imagen: Mural «Adopta un amigo» de Fernando Irecio
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