Parecía que solo tenía el corazón roto por él, pero no era así ellos le habían matado el alma con tantas mentiras y tanta traición. Aparecieron de la nada cuándo ella ni lo esperaba, eran como esos que se muestran como ángeles que brillan tanto que su brillo te engaña. No eran ángeles tampoco tenían ese espléndido brillo más bien eran sus verdugos, listos para hacerle tanto daño al punto de matarle el alma.

Ella hizo el juego mas peligroso de su vida jugaba con dos almas malvadas que nunca se interesaron por amarla. Esas sombras negras la arrojaron al vacío en el que hoy se encuentra donde sola esta y nadie ha de llegar.

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