SHANGHÁI 4.0

Neon endemoniado y sediento de ojos claros.
Inmensa arquitectura salvaje y elevada.
Ropa brillante vistiendo vidrieras opacas.
Peinados asimétricos de gente asexuada.
El amor ya no existe.
Lo han comercializado en los bajos mercados.
Naturaleza artificial para el excéntrico nostálgico.
Hay dos que se buscan y no van a encontrarse.
Conocimiento avanzado y no presencial.
Millones de almas caminan ejecutadas sobre esta miseria metalizada.

Estoy compuesta de mujer y cables arrancados.
Columna vertebral hecha de titanio.
Pupilas de éter atrás de vidrios azules.
Gasolina por sangre, latido por beat.
Ya no siento nada.

Se electrocuta mi estructura al sudar soñando.
Vestigios humanos me ponen en riesgo.
Corro en medio de la noche hacia un punto indefinido.
Buscando a ese hombre al que le pasa lo mismo.
Carreteras sin fin hablan por sí solas.
Luna acartonada y hueca imposibilitada de iluminar.
Cigarros electrónicos, cáncer superado.
Me tomo un Jack Daniels por 5000 tisharis.
Tengo hermosas visiones:
te conozco de otro tiempo y se como luce tu cara.
Insistir es la clave.
Voy a encontrarte.

Me quedo sin fuerza después de tanto esfuerzo.
Amar no es barato en los tiempos que corren.
Y derrotada sobre una mansión de luz barroca.
Me apoyo para apagarme con la dignidad de quien trató.
Mientras a metros se acerca un hombre de mirada cansada.
Era él.
Perdón mi amor.
No llegué.