Hoy amaneció nublado, igual que ayer. Parece que el verano se haya hartado y se haya marchado de golpe.

Amanecí con Bali y, ninguna de las dos tenia ganas de levantarse hoy. Ambas teníamos la sensación que esa cama incrustada en la caravana, era la mejor del mundo.

El día está tranquilo y, el terreno esta más solitario que nunca. Se respira paz hasta que la retirada del sol abrasador trae nuevos visitantes al terreno. Esta madrugada había una araña de un tamaño abrumador en la mosquitera de la puerta de la caravana. Velando por mis sueños. 

En un día gris donde la humedad es la reina las placas solares cargan con dificultad.
Es increíble como el cuerpo humano se acostumbra a vivir en diversas condiciones meteorológicas, la ducha de esta mañana me pareció un regalo, a pesar que, el día no parecía combinar con el agua fría y el baño sin puerta. Pero mi cuerpo la recibió de buen grado.

Desayuné y leí Thoreau. Ahora, estoy estirada dentro en la cama mirando por el amplio ventanal y, el color del cielo enmarcado, adelanta que va a llover de un momento a otro.

 Durante el día, vi algo extraño desde la puerta de la caravana, su color rojo sangre captaba mi atención y no podía dejar de mirar en dirección a la higuera. Desde lejos, daba la sensación de que fueran las entrañas de algún animal. Me acerqué con reticencia y vi que ¡era un higo! Se que los pájaros están con sed de higuera, y si el humano no es rápido la naturaleza se le adelanta.
Sin embargo, el pájaro normalmente la picotea, pero hoy el día amanece con dos higos abiertos tal cual flor, pudiendo parecer un hibiscus con los grumos al aire.

¿El pájaro es capaz de lograr tal hazaña? ¿quizás explotó solo en un ataque suicida?

No volví a ver a la serpiente de la cocina, aunque, en la lona azul mil sombras de lagartija bailan a trasluz. Que silueta más bonita y divertida. Casi como sombras chinas.

Hace un año ya habían chirimoyas maduras, este año todavía están en el árbol creciendo. ¿Cada año es diferente? a pesar del mes o la estación. ¿Los veranos se alargan?

Nos cuesta entender el tiempo y sus etapas cuando vivimos al margen de la naturaleza, en la ciudad. Ahí, los días pasan rápido y se mezclan; parece que la vida fluya a 40 km/h

En el campo, parece que lo único que se mueve rápido son las hormigas que se preparan para el invierno. Ahora, sus hogares han aumentado de tamaño y parecen volcanes.

No me apetece hacer mucho más que observar y pintar, llevo demasiadas semanas dando vueltas, pero hoy, no quiero ser una hormiga; hoy quiero ser una lagartija, quedarme quieta y crear.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS