Sobredosis a los 27

Sobredosis a los 27

pastito

28/11/2019

Celos

Toco un espejo sin reflejo, como si en el preciso instante en el que decido amarme, desaparezco.

Disparo, no sé si caigo o simplemente reposo en un planetoide abandonado que me susurra al oído una intima melodía tan aguda, que no despierto.

Creo que estoy condenado, tal vez siempre lo estuve, pero recién ahora decido abrir los ojos en un intento desesperado de entender esa luz roja que se presenta cada noche en la ventana del edificio de mi vecino… Patético.

¡Nada tiene sentido! Si alguien es capaz de explicarme porque vivimos, que toque a mi puerta y declare (con una orquesta y un mono traductor) toda incoherencia que de tu boca retoños florezca fastidio.

Toda esta palabrería tiene un único propósito, desquitarme porque estoy celoso.

Desaparezco ante intensos labios
que cantan despiertos, mi cuento,
la voz de tus besos.

Cuan profundo siento que te pierdo,
ya tus ojos no observo
y al acuerdo de tus pecas,
recuerdo bellos gestos.

Pero que arrogante eres,
que regalas tu amor al resto
y a mí que me conoces de nacimiento,
no me brindas lo que merezco.

TE ODIO y te aborrezco
porque me traicionas a cada momento,
me dejas cual alma ajena
procurando en vano convencer mis penas.

Sobrio

Me prefiero sobrio.

Manifestó en mi cuerpo
lo sin cuento que anhelo tu cuerpo.

Inútil,
incapaz de motivar mi deseo.

Perdido en un helecho,
incomodidad recorren mis besos.

¡Ay de mi! Luna llena la noche apresa,
oculta tras las luces de mil y un luciérnagas.

Destello singular [solitario],
cordial [inseguro] y roto.

Cenizas

Fumando las colillas de cigarrillo que abandono en el cenicero cada mañana, proyecto lívidas cenizas que poco tienen que ver con nada. En un desesperado intento de ahogarme en esa pequeña danza que ocasiona el humo olor a filtro quemado y un diminuto rayo de luz que evade la cortina, y se proyecta con delicadeza en un libro que pronto olvidare.

De niño recorría con la mirada cada rincón de la casa, en busca de fantasmas olvidados entre tanta ignorancia. Desearía que me enseñaran a vivir esos ojos verdes que susurraban cuentos y pecas que elegían su lugarcito para llenarle de cosquillas.

Pero esas mismas pecas pronto desataron una guerra.

Silencio profundo,
profundo me agrieto
ojos secos recitan mis versos.

Los sueños cambian,
de otra forma me acompañas.

Descubro, amor mi,
que mi lugar no esta en el ayer
o en el mañana.

Por eso te amo,
porque quien ama
nunca sabe lo que se ama,
ni que lo hace.

Prometo nunca mas pensarte,
te estoy declarando mi amor eterno,
que no se te suba a la cabeza.

🍷

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS