Ante el terror de sucumbir solo existiendo
Sin dar uso a mis talentos asignados,
Queriendo concretar planes sin planes
Renegando de un mundo al cual destruyo;
Hoy me encuentro cercado por mi orgullo,
Exigiendo tomar lo innegociable.
Actitudes de Caín, sabor amargo…
No es la esencia concebida por mi ingenio.
Mas, el hecho de saberlo aún me salva
De caer en la carroña mi esqueleto.
¡Agallas por crecer, eso es un sueño!
Afán de ser mejor, de ser completo.
Pues el salir de uno mismo es de valientes
Y plasmar lo que se aprende, el plan perfecto.
¡Te ruego Dios, piedad! Por mis lamentos
Reminiscencias de ajadas agonías.
Evolución y paz, hoy mi estandarte
Y el amor, de bandera como guía.
¡Que así sea!
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