Mario, si al mirarme solo ves a tu difunta mujer, si mis acciones las comparas con las de ella, si cuando me haces el amor piensas en ella, si tus «te amo» vienen con inseguridades, es mejor dejarme ir, he tenido suficiente de esta relación, ¿crees que acaso no me duele? ¿ crees que solo debo callar ante tus golpes?, yo creo que no, tú sabes que no.

Tu silencio lo dice todo, sé que la amaste, sé que ella hubiera sido una gran esposa, sé que era hermosa, de buena educación, de manos finas y figura esbelta, sé que era de bajo temperamento, sé que se acostaba contigo cada noche, y al hacerlo jugaba con tu pelo, sé también que aún la amas, y sabes, es normal, compartiste con ella diez años de tu vida, ¿cómo en dos años podrías olvidarla?.

Sé también que no merezco esto, mi vida ha sido una carrera contra el tiempo, y esta pausa de felicidad sería efímera como muchos sucesos en mi vida, no me acostumbro a las personas porque sé que partirán tarde o temprano, pero este año juntos no sé si los podré borrar, no soy hermosa como ella, suelo ser un poco fría, tengo manías con el trabajo y la limpieza, sé de mis guerras con la cocina, y sobre todo nuestros 10 años de diferencia.

He vivido poco y me he cansado mucho, como ese gran poema, así que debo descansar, lo necesito, necesito cambios en mi vida, necesito olvidarme de ti, nunca podré competir con alguien que ya partió, y creo que para ese alguien nunca hubiera sido competencia. Yo soy simple, muy simple, llena de miedos, me cuesta levantarme en estas cosas románticas, en estos momentos no me siento bien, deberíamos terminar esta farsa.

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