Maldita discrepancia en la que me encuentro,
los sentimientos de mi corazón no encuentran la junción
con los pensamientos de mi cerebro,
vaya dilema que tengo.
Pues no se que hacer con tanta murria en mi,
y desconozco si lo correcto sería ser feliz
con ella a mi lado siguiendo el destino
o ella alejada totalmente de mi camino.
Encontrándome abatido la mayoría del tiempo,
porque mi alma empieza a languidecer,
debido a que mi vida tiene desventuras en todo momento,
y eso hace a mi lozanía intrínseca desvanecer.
Caigo en desvarío debido al destino aciago,
aciago o directamente infame el desgraciado.
miedo a tener miedo de algo, me provoca dolor,
y en un pispás sufro enajenación.
Provocando que me encuentre aún más mustio,
un tumulto de pensamientos me muestran algo que no deduzco,
causan algazara la lluvia de ideas en mi cabeza,
pero pasan lentamente de ser una llovizna a convertirse en una tormenta.
Entonces en subrepticio escribo sobre la tirria que tengo sobre mi vida,
a ver si logro rescindirla convirtiéndome en suicida,
pero estoy tan seguro que es tan vil,
que con prosopopeyas me haría estar presente para seguir haciéndome sufrir.
Todo esto se convierte en tautología,
pero es que en realidad es tanta la inquina,
y esto solamente por el amor de una chica,
yo con desasosiego y ella siguiendo con su vida tan tranquila.
Éstos no son versos, son apotegmas,
de alguien que tomo el dolor como religión y ahora es un anacoreta,
un ensimismado que entrega apólogos sin ningún insolencia,
pero aclaro que no te enseño de la vida, sino a escribir de ella.
FRSH
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