Renunciar a lo que DIOS no quiere para ti

Renunciar a lo que DIOS no quiere para ti

Cindy García

07/11/2019

Un día recuerdo que mientras íbamos a comer mi mejor amiga y yo en el trabajo ella me dijo “DIOS no nos da al hombre que queremos sino al que necesitamos” y esas palabras me han retumbado en la cabeza desde hace mucho tiempo y más ahora cuando por desgracia tuve que terminar con un compromiso debido a que ambos teníamos muchas diferencias, lo más raro para mí fue que a pesar de que yo había hecho todo para estar al lado de ese hombre que tanto amé, todo se interponía para que no estuviéramos juntos y yo oraba para saber si el era el indicado y curiosamente DIOS siempre me respondía que no, yo me aferré tanto y pasé por alto a las señales que DIOS me enviaba a través de muchas personas y continué con esa relación a pesar de todo y de todos, por un momento sentía que hasta había tapado mis oídos para ya no escuchar que DIOS me decía que él no era para mí, así continúe sin escuchar y sin obedecer a DIOS hasta que ÉL me mostró un poco de lo infeliz que sería mi vida si me quedaba a su lado, DIOS permitió que él sacara lo peor de sí y entonces me di cuenta de que a pesar de que puedes amar mucho a una persona y pasar por alto todos sus errores, no puedes evitar la voluntad de DIOS en tu vida y era obvio que DIOS no quería que ese hombre fuera para mí, así que a pesar del dolor y las lagrimas que derramé por querer estar con él, un día desperté y me di cuenta que no podría dejar de quererlo hasta que decidiera en mi corazón renunciar completamente a él a pesar del amor que aún le tenía, a pesar de todo el dolor que me causó, a pesar de que la esperanza muere al último, DIOS me dijo “Hasta aquí, ya no más, déjalo ir” renuncia a sus palabras porque siempre fueron mentiras, renuncia a sus promesas porque nunca las cumplió, renuncia al amor que sientes por él porque no lo merece, renuncia al querer estar con él porque simplemente nunca te valoró y entonces arrodillada a los pies de DIOS y llorando pedí perdón por no haber aceptado desde el principio que ÉL no quería a ese hombre para mí, que DIOS me puso todas las pruebas posibles para no casarme con él, de que DIOS en su infinita misericordia me mostró lo peor de este hombre para que no me casara engañada, pero no fue hasta que renuncie a él que pude aceptar la voluntad de DIOS en mi vida y entender que es verdad que ÉL no nos da al hombre que queremos sino al que necesitamos y definitivamente ese hombre no era el que necesitaba.

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