Convicto

-Ha pasado un tiempo desde que nos vimos.

-No se precisar el tiempo que ha pasado, tal vez unas semanas, según mi calendario, unos meses según me dicen, tal vez un año, es lo que siento.

-No se precisarlo ya lo dije, acá todo es impreciso, aborrezco mi encierro y odio la distancia, la vida sigue su curso y yo estoy quieto, no me muevo, 4 paredes es lo que veo todos los días, en el espejo observo a un loco sin propósito que sobrevive por instinto, el cual sueña con días mejores y con reunirse con quien alguna vez le dijo que lo quería.

-Tú, mi bella flor, plantada en los jardines de mi alma haz hecho de mi encierro un infierno, porque solo puedo admirarte en mis sueños ya que la distancia te ha vuelto intocable, ninguna flor ha vuelto a crecer en mi jardín porque se marchitan por falta de atención.

-Las palabras que escribo no son vacías, están llenas de sinceridad y sentimiento, espero salir de mi celda pronto y acortar esta distancia para que mi alma se encuentre con la tuya, aunque temo que otro la haya cautivado, de ser así sufriré y llorare más que cualquier condenado al infierno, ya que tus ojos y tu sonrisa serán para otro.

-Como un náufrago meteré esta carta en una botella y la lanzare a las aguas del destino esperando que la recibas y sepas que este loco cautivo todavía te quiere y añora un reencuentro.