Mi vida es una canción cuyo cantautor obviamente soy yo,
pero mientras cantaba esta parte se me salió un gorgorito,
porque el cielo no se ponía gris sino amarillo,
y no es un color triste, pero es su color favorito.
Al observar algún objeto con ese color intrínseco,
se me es inevitable el no poder recordarla,
y más cuando tengo una camiseta que en el pecho
tiene un estampado el cual dijo que le gustaba.
Tantas historias que se hace uno en mente,
de posibles circunstancias que pasarás con la gente,
piensas que todo será perenne,
pero todo cambia cuando hay alguien diferente.
Conocerla jugando una de mis pasiones fue plausible,
y me hizo pensar que su amor para mi era asequible,
en poco tiempo se bajó el telón del espectáculo,
y vino la melancolía a hacerme compañía al empezar mis versos noctámbulos.
Sin poder dormir en espera de poder volver a verla,
porque moira la puso en mi vida, moira acerba leguleya!
Ahora en sollozos me encuentro,
se murió el arquetipo de un lindo cuento.
Cascadas talares de lágrimas ahora suelto,
denotando explícitamente mi aspecto macilento,
lo que en su momento me parecía ameno,
terminó, solamente porque fui sincero.
Después de la ignominia que yo le causé,
hay algo que ahora recordé,
que yo de nadie nunca quise ser consorte,
pero ella hubiese sido la excepción ya que ocurrió limerencia enorme.
Ya no hay más que decir pronto todo acabó,
eso pasa cuando el camino os lleva a la bifurcación,
sin entender como a terminar llegó,
aquella historia que nunca empezó.
B.L.
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