Me gustaría sembrar en tu alma
la vieja semilla que tengo,
el mismo espaciado discurso
cargado de todo ese orgullo
que me transmitieron.
Deseaba sentarme contigo
en ese oportuno momento
en que ambos sintamos fundidos
los lazos que tanto camino
llevaron tan lejos.
Mantén dilatado tu tiempo
cargado de tantos latidos
que mil corazones henchidos
parezcan escasos gemidos
en todo tu pecho.
Mantén ese espíritu alado
volando tan cerca del cielo
que todos los sueños que encuentres,
aquellos que marcan tu esencia,
los bajes al suelo.
No sientas vacío ni un instante,
ni vanos suspiros de anhelo
que te hagan sufrir un camino
que debe llevar tu destino
hasta lo mas lejos.
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