Ronda desde hace un tiempo, una idea en mi cabeza.
Resuena como un timbre, golpea mi psiquis y con toda mi admiración y fastidio se hace presente y poseedor del único foco que un hombre promedio logra controlar.
Al hacer esto yo falto a mis 10 mandamientos y en cierto modo fracaso ante lo que pretendo, si es posible fracasar tan abajo.
Pero esa idea que empezó siendo una especie de manchita en la pared hoy traspasa los muros de mi raciocinio y me atormenta por el día, porque en la noche va a dormir a mi cama y me abraza y nunca un abrazo es malo ¿creo?
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