historia sin fondo

El como llegamos a eso puede ser difícil de descifrar, el como me deje arrastrar y el como contribuí, empujando cada vez un poco mas.

empezó como una broma, podíamos entrar por la noche al recinto del liceo al que por el día concurríamos, pero ¿a que?, faltaba eso, jugar a la pelota era lo que hacíamos después de escaparnos de clase para fumar algún porro, así que seguramente eso haríamos, vagar por la ciudad, entrar en el liceo, jugar ala pelota, lo de el porro va implícito porque sino estaría falta de gracia la propuesta, carente de sensatez ya era, pero, nunca seria aburrida con porro encima.

Así empezó ese domingo, todo planeado, se debía conseguir una pelota, la droga ya la teníamos, casualmente era la final del campeonato de fútbol, que ademas era un clásico, por lo tanto le estaríamos haciendo un homenaje al fútbol entrando en la noche a la hora del partido. Saltaríamos un muro que daba a la calle, todo podía salir bien, eso creíamos, influenciados por dudosas historias sobre algún otro osado que había entrado al liceo por la noche, según el, siempre lo hacia.

Ya se había vuelto habitual salir a pasear por la ciudad en la noche, siempre eramos los mismos tres, casi se podía decir que era un clásico de los domingos.

Recuerdo fui el ultimo en llegar al negocio del padre de uno de mis compañeros de vandalismo, siempre era el punto de encuentro, de ahí partimos, hoy no habría caminatas por la ciudad, ni por los parques, ni por ningún otro lado, solo un extraño juego de pelota donde para poder jugarla primera regla era estar fumado, el resto eran casi incomprensibles como el echo de que si marcabas un gol el punto iba para el contrario, quizá por eso había que fumar antes, para poder comprender las reglas. Llegando al liceo el muro no era un problema lo saltamos y pronto empezamos con los preparativos, tiramos una moneda para ver quien empezaba jugando siempre el que sobraba armaba el porro y de mas esta decir que ya veníamos entonados, pusimos música, jugábamos, parábamos y fumábamos mas, hasta que el sereno del liceo apago las luces del patio, ahí termino la noche, el clásico se lo había llevado peñarol y se consagraba campeón del uruguayo, probablemente esa noticia opaco el hecho de que seis patrulleros de la policía sacaron a tres adolescentes esposados de un liceo un domingo a las doce de la noche

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