El amor es una puta.

Un conocido, una vez, me mencionó su desespero por el amor y me comentó su angustia por no saber dónde buscarlo.

A lo que yo le mencioné: El amor es una puta porque lo vez donde no lo encuentras y lo buscas donde no está; llega lentamente y se va en un abrir y cerrar de ojos. No lo consigues, él llega a ti.

El amor es una puta y, quién dice lo contrario, siendo seres cambiantes a cada segundo y amando algo nuevo todos los días; lo que ayer te gustaba y querías ya hoy no y por qué juzgar a tu honestidad, si todo es culpa del amor.

El amor es una puta porque lo pensamos con el corazón, pero nos destruye con la mente; no te deja creer en ti y te hace desvivirte por algo más.

El amor es una puta porque antes de ser amor, es adicción. Porque antes de darte felicidad, te da deseo. El amor es una puta porque puede ser cualquier cosa.

Me miró asombrado y me dijo: «Pero ese no es el amor verdadero, de ese que hablan los enamorados».

Yo le contesté: Que el amor era una puta porque lo presentan como un cuento pero termina siendo un obituario y, cuando se va, ya no hay final feliz.

Y me exclamó: «Tú pareces saber mucho del amor»… Sonriendo, le dije: El amor es una puta cuando no sabes amarlo.