Marea en blanco y negro

Camino como en sueños, en blanco y negro…

Siento la arena bajo mis pies, la brisa marina en mi cara.

No sé si es de día o es de noche, sólo se que faltas tú.

Me adentro en el mar, esta frío pero tranquilo.

El reflejo de la luz se aprecia en el horizonte.

Aún no sé si es la luna o el sol el que ilumina el paisaje,

sólo se que faltas tú.

Me adentro más y mas. Ya casi no toco le suelo con mi pies.

Comienzo a flotar de espalda, como una balsa de viejo puerto,

como esperando que la marea me lleve hacia ti.

De repente escucho una voz. Creía estar sólo.

Pero… ¡Si es tú voz! ¿Cómo puede ser eso posible?

Sabía que no estabas aquí, pero era todo tan real.

Intento incorporarme para comprobarte con mis ojos,

pero me es imposible, en cambio, comienzo a hundirme

mientras intento voltearme para verte por última vez.

El mar, oscuro e infinito, comenzaba a digerirme cuando de pronto

siento tus manos y tu voz en mi oído, susurrando un dulce «estoy bien».

Sin entender lo que pasaba, nadamos hacia la orilla,

mis palabras no salían, pero no fue necesario decir nada,

bastaron las tuyas… «Tranquilo, ya estoy aquí».

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