Gotas del Alma.
Todo se desvaneció en la nada, no quiero un amor de palabras, palabras falsas camufladas bajo tu labia.
Me enamore de una mentira, disfrazada de ternura,
durante años te ame, creí cada palabra, creí cada promesa
y me convertí en una sombra de lo que fui.
Vivimos cosas maravillosas…. Te ame.
Momentos inolvidables, como todo comienzo
fue un camino de rosas, pero las rosas tienen espinas.
El amor es ciego, ya lo dicen, pero no… No se si lo es,
mi amor por ti fue ciego, porque como una ingenua creí en ti,
confiaba en ti, no escuchaba los consejos, ni quería ver mas allá
de lo que sentía, te ame tanto, que te di mil oportunidades.
Con el tiempo pensaba que me amarías tanto como yo a ti,
pero como te dije una vez… Tu no sabes amar, no sabes lo que significa la palabra amor, ni amistad, ni sinceridad.
Aun a pesar de todo continuaba contigo, por un minuto de felicidad
el resto de minutos, horas y días eran una amargura, día a día
iba consumiendo todo lo bueno de mi.
Encerré mi humanidad y en los últimos tiempos, me hice a tu imagen y semejanza. Tanto dolor, tanto desamor, mentira y decepción hacen que nubles los sentimientos que te vuelvas fría como el hielo, el amor se convirtió en odio, y el odio en rencor. Quise ser tan hipócrita y cínica como tu, tan malvada y cruel como lo fuiste tu ,
llegue a dejarte después de tantos años, recupere mi libertad, mi alegría, mis sentimientos, mi dignidad, descubrí que a pesar de todo podía volver amar, volver a ser esa persona dulce, sincera, con ganas de vivir, me volví a valorar, a tener fe en mi, volví a sonreír.
Recupere mi integridad como persona, como mujer, mi autoestima todo aquello
que tu habías destruido de mi, con tus actos, palabras.
Pero el destino me castigo con un golpe furtivo y desgarrador, arrancando
de mi lado al que me devolvió a la vida, aquel que me enseño a valorarme de nuevo, aquel que me amo con un amor puro de verdad, y al que amare mas allá de la eternidad. Y como un buen samaritano apareciste de nuevo en mi vida, disfrazado de oveja, debajo de tu autentico yo, me apoyaste en mi perdida, dándome ese hombro en que llorar dándome ese abrazo, esas palabras de consuelo.
Y confié en ti, te abrí mi corazón, fuiste tan bueno conmigo en ese tiempo, tan creíble. Me avisaron de tu estrategia, y no hice caso, creí de nuevo en las palabras que salían de tu boca, cuando me decías que habías cambiado, que solo estabas aquí para apoyarme, volví a cegarme, envuelta en un dolor que no me dejaba ver mas allá de la verdad.
Y con el tiempo volvimos a estar juntos, y volví a vivir un infierno….
No entendías que no pudiera darte mi confianza, mi amor al cien por cien,
y surgieron las discusiones… Pero estas fueron mas crueles, en cada una me recordabas a ese gran hombre que una vez me salvo de ti, me lo tirabas por cara día si, día no,
no te importaba que eso me hiciera mas dado, que eso me hundiera mas y mas,
en esa soledad que sentía mi alma, en esa amargura que se había apoderado de mi ser,
me repetías que vivía amargada en un pasado, que el no volvería, que el había muerto. Te crees que no lo sabia ? Si lo sabia, si lo aceptaba no estaba loca como a veces me decías o me hacías creer, sabia que me estaba consumiendo tan solo por el echo de haberlo perdido.
Sabia que nunca amaría como lo ame a el, y me dolía, pero mas me dolía el ver lo estúpida que fui, no tuve tu apoyo, no tuve comprensión de ti, hondabas en la herida mas y mas, haciéndola sangrar, manteniéndola abierta, me vi acorralada, me hundí y no luche por escapar de ese infierno, en verdad no me importaba porque solo deseaba morir para estar de nuevo con el, cambie mi humor, volviéndome huraña, malhumorada, estaba siempre
enfadada, y las consecuencias de tus palabras y actos las pagaba con las personas que tenia alrededor, era consiente de ello y aun así no quería luchar, volví a ser una sombra, hasta que me convertí como tu, el odio y el rencor se apoderaron totalmente de mi. Hasta el punto que cuando discutíamos te decía la verdad que no te quería, que ya te utilizaba como tu habías echo conmigo, que tan solo te llamaba cuando te necesitaba, quería darte de tu propia medicina, quería que sufrieras como yo, hipocresía y cinismo adopte por apellidos.
Y el destino volvió hacer mella en nuestras vidas, tuviste un percance, un golpe de mala suerte y acabaste donde menos te lo esperabas.
Recuerdo como me llamaste llorando y a pesar de todo te eche una mano,
te ayude, estuve a tu lado para que no te hundieras, aun averiguando cosas
que todavía me hicieron mas daño, y por un lado quería dejar que te hundieras allí donde estabas, pero…. Siempre supe que lo que nos distinguía a ti y a mi… Es que yo si tengo Corazón y conciencia.
Te apoye y ayude a salir de ese agujero negro donde habías caído, sin pedir nada a cambio, pero entre nosotros ya no había nada, el tiempo ese comprendí que yo hacia mucho que no te amaba, y que tu …. Que siempre decías amarme tampoco me amaste nunca, porque desde el principio de nuestra relación, si se mantuvo es por el amor que te procesaba, porque pensaba que algún día cambiarias, porque desde el primer año no fuiste honesto conmigo, y sin embargo yo siempre confiaba en ti.
Cuando te deje, después de tantos años fue la mejor decisión que pude tomar, si que es verdad que la vida me la jugo arrebatándome a ese hombre, y te deje volver a entrar en mi vida. Han pasado unos años mas, hemos seguido en contacto y todo ha seguido igual, discusiones, malas palabras, comentarios fuera de lugar, tu nunca entendiste que cuando algo se rompe es para siempre, que aunque lo recompongas, lo arregles, las secuelas están hay, que un jarrón no vuelve a ser el mismo por mucho pegamento que le pongas. Tantas lagrimas derramadas por mis ojos en este tiempo, dejan paso a una sola gota, una sola nacida del alma que entiende por fin que el amor verdadero necesita de libertad, respirar, de actos puros, de palabras, de gestos, de sinceridad
de comprensión, comunicación, es todo un cumulo de palabras, sentimientos, verbos, adjetivos que hay que poner en practica día a día, experiencias y locuras.
No es una obsesión, ni posesión, ni una prisión, es algo puro y hermoso, es la amistad cómplice del amor. Es saber ser amigo, compañero y pareja, algo de lo que tu siempre has carecido.
Mayte M. Marhuenda. Mi universo de escritura, reflexiones del alma
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