君の手 (Tus Manos)

君の手 (Kimi no Te) – Tus Manos

Por: Jonathan Baquerizo P.


Viajar entre las nubes era mi sueño, nunca he tenido la oportunidad, pasaba atado a mi soledad esperando que alguien me llevara lejos de aquí, los días pasaban, las horas marchaban, el clima cambiaba y seguía en el mismo lugar, no avanzaba ni retrocedía. ¿Quién es capaz de entender este sentimiento?

Un día llegó alguien que me sacó de ese lugar, me encariñé tanto de esa persona que me soltó, dejándome libre a volar, entre las nubes poder estar, al principio me sentí bien, pero después decaía lentamente. Ella me resultaba ser lo único diferente en mi existencia, trataba de bajar pero más me alejaba de todo, me volví un ser asquerosamente solitario, pasado los años me acostumbré a todo, la lluvia que me acariciaba y el viento que me llevaba, hasta el aire en mi interior se deterioró haciendo de mi existencia mínima, ya lo daba por perdido.

Llegó el día 18 de la primavera, un 7 de abril una niña de aspecto enfermo me intentó agarrar, lo logró. Sonrió de la manera más tierna que podía conocer, me llevaba por todos lados, me tenía a su lado cada momento, cuando se iba me hacía esperarla en su habitación. Pasaban los días, los meses, el verano estaba por acabar, pero el día 91 de la estación; 8 de septiembre, me alejé de la niña enferma, ella sufrió por mi pérdida, por el alejarme de su lado, vagaba con la soledad de tal manera que no sabía que hacer, sentía que todo ya no tenía sentido, pasado los días el viento me llevó a una dirección opuesta a la que iba, sin darme cuenta llegué de nuevo a la niña enferma.

Ella sonrió de nuevo, calmando mi ser, recordando mi felicidad con ella, esa sonrisa me perdonaba por ser tan tonto. Aunque por fuera me veía bien, por dentro mi aire se deterioraba llevándome a la destrucción, pobre niña enferma, me da mucha lástima saber que algún día voy a desaparecer convirtiéndome en nada más que una felicidad temporal, pero me alegra haber sido una buena compañía. La quiero mucho.

“…Soy un globo rojo, feliz en su libertad, triste en su soledad, vacío de un aire que algún día dejará de estar, solo ruego no cambiar aquello que una vez me llevo a ser lo que soy, solo pido no ser un adiós permanente…”


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