Siempre a ésta hora aparecen todos los fantasmas en mi cabeza, recordándome lo inútil que suelo ser a veces.
A ésta hora, toca a la puerta el remordimiento, me presenta a la angustia y permito pasar con toda libertad y confianza a la tristeza, la cuál en modo cómodo se pone de fiesta.
A ésta hora tengo todo, menos ganas, a ésta hora me atrevo a recordarte.
A ésta hora prometo olvidarte y también me prometo tantas cosas , que las escribo para no olvidarlas, para echar un vistazo de lo que soy en éste horario.
Porque me convierto en un todo cuando todos descansan y yo….. Yo sólo pienso en las ocurrencias que me atormentan, que me esperan por las noches, como una Madre afligida, porque su amado hijo no arriba a casa en el horario acordado.
Y cuando yo llego, aquí siguen, esperándome, para cuando sea la hora indicada, aparecer, recordarme en que fallé, que no realicé, el beso de despedida que no di, el saludo que no regresé, la perfecta contestación a un insulto….
El olvido en el olvido.
Hasta que amanece y el sol me las espanta, las apacigua, las calma, las manda a casa a que reposen y al día siguiente, misma hora y mismo lugar.
Mis fieles invitadas, no se cansan de ésta fiesta eterna,
Tienen su lugar favorito.
Melissa Espíndola
OPINIONES Y COMENTARIOS