Brad salio al encuentro de su compañero. Tom seguía sentado todavía estupefacto por lo que había acabado de ver.
Sin pronunciar palabra señalo lo que ahora sin lugar a dudas era un cuerpo. Brad observó instintivamente el rostro de aquella figura y casi vomita. Donde tendría que haber estado la cara, solo se observaba un revoltijo de carne y huesos inyectados en sangre. Era una de las cosas mas repugnantes que había visto en su vida, sino la más.
-» ¿Oh dios, que diablos le paso? tuvo que haber sido un animal.»- bramo Brad entre la lluvia. Su compañero todavía atónito apenas pudo asentir. Mas allá del impacto emocional de toparse con tal escena, los dos pensaban en el perjuicio que podría traerles un cuerpo justo a 20 metros de donde ellos trabajan como cuidadores del galpón trasero. Ambos se quedaron en silencio contemplando la escena, bajo una lluvia que no cedía un ápice e inclusive incrementaba su intensidad, somo si tratara de nutrirse desesperadamente de la sangre que manaba del rostro de aquel cadáver.
-«¿Comprobaste si esta vivo?»- Pregunto Brad.
Tom lo miro como quien mira a la cosa mas estúpida del mundo.
-«Compruébalo tu»- respondió con voz temblorosa al tiempo que se incorporaba raudamente para volver a la cabaña. Estaba muy nervioso y asustado. Lo que mas le asustaba no era solo el cadáver desfigurado, sino la posibilidad de que quien hubiera perpetrado tal acto siguiera allí afuera, observándolos desde las sombras.
Pasados unos segundo Brad corrió detrás de su compañero resbalando en el fango y esforzándose por dar las zancadas mas grandes que pudiera manteniendo el equilibrio.
-«Diablos! ¿acaso cerraste la puerta con llave? Idiota!»- Blasfemo Tom haciendo juego con el picaporte de la puerta de entrada a la cabaña a la vez que la empujaba con el hombro al ver que esta no cedía.
-«¿Que?!, yo no cerré nada, ni siquiera traigo las llaves encima»- repuso Brad con la combinación perfecta de miedo e ira. Bastó con que Tom lo mirara a los ojos para comprobar que no estaba mintiendo. No surgió nada de su garganta para replicarle. El temor le estrujaba el corazón. Estaban atrapados en la intemperie, bajo un diluvio de proporciones bíblicas, un frió intenso y con un cadáver brutalmente mutilado a sus espaldas.
Algo se movió dentro de la cabaña, escucharon algo romperse. Ninguno de los dos se atrevió a intentar ver que era lo que estaba pasando a través de las gruesas cortinas de la sala . Solo se miraron el uno al otro.
-«¿Quien diablos anda allí!??»- pregunto Tom exprimiendo hasta el ultimo gramo del coraje que albergaba en su interior. Brad guardo silencio. Comprobó las municiones de su revolver. Tenia tres balas.
Se oían murmullos de los cuales era imposible diferenciar palabras. Todo se aquieto. Luego, un disparo resonó desde el corazón de la cabaña. Sin pensarlo un segundo Brad y Tom giraron sobre sus talones para salir corriendo hacia la carretera, pero lo que vieron los dejo nuevamente petrificados en el umbral de la puerta de la cabaña.
El cuerpo tendido sobre la carretera ahora se hallaba incorporado. Sus manos estaban en alto, como quien es sometido a un robo. La lluvia a la distancia hacia imposible observar su rostro, aunque parecía vislumbrarse el brillo de una mirada, lo cual se volvía absolutamente imposible tomando en cuenta que el cadáver carecía de rostro. Aunque también parecía imposible que un cadáver se hubiera levantado y ahora estuviera ante ellos alzando sus brazos.
-«Te lo dije!, debías comprobar si estaba muerto, eres un idiota!, nos están robando!»- profirió Brad ante los ojos incrédulos de Tom.
-«Q…que??»- Pregunto él.
-«Ese infeliz tenia maquillaje o algo así, provoco que saliéramos de la cabaña para que alguien se metiera en ella detrás nuestro. Por eso la puerta esta cerrada. Ahora ese canalla esta haciendo algún tipo de señal a su cómplice!»- explico Brad señalando la figura que levantaba sus brazos en dirección a ellos. Sin mediar palabra, martillo el revolver, lo apunto y disparo dos veces contra la silueta sobre la carretera. El misterioso sujeto cayo desplomado al tiempo que un relámpago incandescente parecía tomar una foto de la escena. El cuerpo había quedando exactamente en la misma posición en la que había sido hallado en principio. Brad tomo por el brazo a Tom y lo incentivo a correr para ponerse a resguardo entre unos arboles en un bosque lindero a la cabaña. Una vez detrás de un gigantesco roble, esperaron a que alguien saliera de la cabaña, rezando porque no los encontrara. Había alguien ahí dentro, un cómplice; estaba armado y seguramente saldría a vengar a su cómplice. Tom quería reprocharle a su compañero su accionar tan impulsivo, pero no lograba hacer brotar palabras de su boca. Estaban los dos agachados, escudriñando desde la oscuridad. Brad tenia el revolver listo con el ultimo disparo que le quedaba… Nada paso. Pasaron unos cuantos minutos, y todo seguía calmo, solo el cadáver allí tendido.
Luego de media hora, con los sentidos embotados y con un frió que recorría raudamente sus cuerpos, Brad y Tom decidieron alejarse de la cabaña a través de la carretera. Llegarían al pueblo mas cercano, a unos siete kilómetros de allí y narrarían lo sucedido para volver con las autoridades. Caminaron solo unos cuantos metros cuando una sombra a la distancia los volvió a alertar. Corrieron rápidamente a su posición original detrás del roble y observaron aquella figura que se acercaba caminando por la carretera en dirección contrapuesta a la de ellos. Desde la distancia podían discernir que se trataba de un hombre.
-«Su cómplice! habrá salido por la puerta trasera de la cabaña.»- murmuro Brad.
Este nuevo misterioso hombre se acerco a unos cinco metros del cadáver tendido en la carretera. Lo observo unos momentos y llevo una de sus manos a la altura de su mentón. Un disparo con sonido familiar resonó en el ambiente. El misterioso sujeto parecía haberse volado la tapa de los sesos. Cayo de rodillas y luego boca abajo a solo unos metros del otro cadáver. Otro relámpago sacudió la escena. La lluvia generaba un ruido desagradable al deslizarse entre las hojas de los arboles. Sin duda estaba riendo…
Continua y termina en la tercera parte.
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