Una sombra de mi memoria

Recuerdo como si fuera ayer aquella tarde de primavera y ¡que primavera aquella! Donde las rosas florecían, los pájaros cantaban y el sol como a diario brillaba.

Me acuerdo como si fuera ayer, tal ves porque fue ayer, pero eso no lo recuerdo, de hecho ya no recuerdo nada. Pero eso ya no es importante.

Como a diario, junto al café matutino y las ganas de un nuevo dia, apronté todo lo que necesitaría durante el dia: billetera, llaves, una lapicera y realmente poco más, no solía usar muchas cosas en ese entonces, aunque realmente no me acuerdo.

Saliendo de casa me sentía raro, observado, como si tuviera un fotógrafo siguiéndome todo el trayecto privándome de mi privacidad, lo cual era raro para mi ya que no era para nada famoso. Por lo menos eso recuerdo.

Eso si, recuerdo como si fuera ayer ese instante en que me acordé «¡…!».

Sin embargo, no recuerdo de que me acordé. No recuerdo si por mi mala memoria o porque no llegué a terminar de acordarme, pero de todas formas, simplemente seguí caminando.

Pero algo no era lo mismo, me sentía ligero, menos pesado, menos cansado, menos preocupado. Menos alerta. Tal ves porque ya no debía estarlo, pero ya no me acuerdo.

Pero, ¿por qué es que ya no debía volver a preocuparme? ¿Seria porque ese algo de que me acordé cambió algo dentro mío? Nunca lo sabré, o por lo menos no recordaré, pero si puedo asegurar que lo que pasó ese dia, lo recordaré por siempre como otra sombra de mi pasado.