​“CUENTOS, REFLEXIONES Y OTROS”

​“CUENTOS, REFLEXIONES Y OTROS”

“CUENTOS, REFLEXIONES Y OTROS”

CAPITULO I

DE COMO LA MUERTE ES BELLA.

Era una mañana maravillosa, apenas se divisaban los primeros rayos de sol tras las cortinas en esa habitación de un estudiante de 10 grado.las ilusiones puestas a futuro pero, todo quedaría solo en promesas; aunque el suave calor de aquellos rayos tocara mi piel el frio tétrico el dolor extasiado en todo mi cuerpo pálido, tendido, postrado en esa cama lúgubre, antigua con aroma de cedro sobrepasaba los canales de la luz.

Mi vientre entre retorcido y putrefacto expeliendo ácido sulfúrico quemándome, mis ojos cristalizados carcomidos“pocoqueda” mis piernas, mis brazos y mi pecho duelen, es un dolor que no alcanzo a describir; ni siquiera aquella vez que en el monopatín tropecé y se fracturo mi brazo al filo de la pared. Los tendones y músculos cada vez más se contraen el dolor es desesperante, los pulmones están llenos de pus, de materia amarillenta que sale a brotes de mi boca, de mi nariz, por todos mis orificios sale agua teñida de podredumbre y sangre, Hace ya dos días que cesaron los dolores de páncreas e hígado, ahora siento que los gusanos salen por mi nariz, por mi boca, moscas negras compiten en esa salida.Los fluidos están a dondequiera que se ve entre las sabanas entre las cama, en el piso. Yerto siento aun un suave calor de los rayos de sol, pero para mí es tarde desde hace mucho tiempo, el dolor sigue a cada bocado de esos gusanos carcomiendo por dentro, destrozando el descompuesto cuerpo, sin explicación aún estoy aquí.

Trascurre el amanecer, ya empieza con calor a expeler más y más esa putrefacción, y aunque la puerta del cuarto está cerrada en toda la casa se va invadiendo el aroma fétido de carne podrida de descomposición, pues eso solo somos, cuerpos mecánicos que se dañan, que mueren, que se pudren no existe esencia en el desolado lecho.

Quise en aquel momento decir tantas cosas, lamentándome no haberle dicho cuanto la amaba, cuanto me hacía falta, cuán importante era para mí.Quise gritar y no entendía tan siquiera porque seguía en ese lugar.

De mi rostro perfecto que tuvo un día rubor en las mejillas, ahora es sangre negra, en ese rostro la piel se deshoja comida por gusanos, moscas en banquete, medio día y más reproducidas las moscas y sinnúmero de gusanos de diferentes tonos.

Mi mente entonces recuerda todos los momentos como el primer instante que la sentí a ella, su corazón a mi lado, me daba la armonía completa dentro de su vientre, su risa, su voz cual música celestial para mis pequeños oídos, su preocupación, los dolores del parto mi primer bocarada de aire en este mundo, su rostro hermoso, sus ojos, sus suaves caricias, la abnegación por su pequeño, cada noche cuando interrumpí sus sueños, cada instante en que la llene de alegrías pero también de pesares, cuando por primera vez dije su nombre y se llenó tanto de alegría que sus ojos se llenaron de lágrimas, mis primeros pasos, y en cada caída ella estaba para levantarme, para animarme, nunca descuido a su pequeño.

Ahora mi mente vaga y entre saltos recuerda los momentos importantes como cuando la hice sufrir,aquella noche que no llegaba y que el rumor de un “hijo muerto” tras una excursión del colegio reunía a todos los padres a la espera de la noticia, no había teléfonos por lo tanto no se sabía cuál era el difunto, y siendo esto mi mente sentía el sufrimiento entonces de lo que ella sintió y mi cuerpo sentía todo el dolor y preocupación. En ese momento quise nuevamente gritar y al mirar mi cuerpo en la cama ya no quedaba piel, ya no queda rostro, mis ojos no están, solo una osamenta descansa, no hay moscas, ni aroma,solo huesos tendidos aun en la cama, y las sabanas y el suelo no tienen sino manchas amarillas de algo que estuvo allí.

Mi mente sigue vagandoy recuerda ahora el momento en que le escribí la tarjeta antes de que partiera hacia otra ciudad, en ella le decía que la amaba tanto, que la extrañaba y que me sentía muy feliz en el mundo por haberla tenido, que daba gracias a Dios por todo el amor que ella me había brindado, pero mi mente también recordaba que esa tarjeta no la alcance a entregar y que reposaba al lado de mi cama en esa pequeña mesa, en esa carta le pedía perdón por haberla angustiado tanto, que ya solo faltaban unos pocos meses para vernos de nuevo.

No sé cuánto tiempo ha trascurrido, ya los pájaros nuevamente aparecen en la ventana, no sé cuántos amaneceres, días de lluvia, noches…. Tiempo. Solo sé que sigo aquí, a la espera…

De repente un sonido se escucha… son las llaves tratando de abrir la puerta de la casa, en el primer nivel se escuchan murmullos de pequeños, la voz de ella llamándome, la voz de mi padre también llamándome…. Los pequeños son mis hermanos y sin embargo no comprendo porque mi mente no alcanza a recordarlos a todos, solo a ella…. A mi madre.

Se escuchan los pasos subiendo por las escaleras, no puedo latir, mi corazón hace mucho que se descompuso, late mi alma, en una angustia desesperada, en un afán por verla, pero mis ojos no están para ver su hermoso rostro… siguen los pasos su voz más fuerte me llama… se abre finalmente la puerta de mi habitación…prosiguen los pasos y un silencio aterrador invade la casa… luego un grito desgarrador se escucha hasta los confines del mas allá…. Es mi madre gritando ante el encuentro de aquel cadáver postrado en la cama… inmediatamente entiende el motivo por el cual no contestaba las llamadas, ella creía que eran ocupaciones del colegio… en un instante se desmorona todo…

Los pequeños gritan también… la voz de mi padre entre lamentos y ante la razón más que el sufrimiento tratan de consolarla… mi madre sigue gritando. No puedo abrazarla aunque mi alma sigue allí, siento vacío pero no puedo tan siquiera tocarla, luego mi padre la retira de la habitación,un frio desafiante entra por la ventana, mi padre tras haberle dado aguay con el corazón desecho también por su hijo mayor, por el motor de todo su esfuerzo como más de una vez lo habría dicho,abre las cortinas y un brillo exorbitante y un reflejo perfecto entre la ventana y la mesita… le da motivos para abrir el cajón…. Tras el encuentra una tarjeta… se escuchan llantos en el primer nivel, sin embargo allí está nuevamente mi madre…. En la habitación, mi padre la ve directamente a los ojos…. entonces ella comprende… toma de su mano la tarjeta y la lee lentamente, entre cada palabra… aparece entonces ella, tras el b

rillo infinito de la habitación… llamándome… tiene unos ojos radiantes azules cual color del mismo cielouna silueta especial… su voz es suave como el viento, siento paz en mi alma, siento un amor profundo… siento queya todo se ha cumplido… esa armonía infinita… esa mujer hermosa cual ángel perfecto entonces me besa…. Y allí finalmente me lleva tras la gran ciudad nos elevamos desnudos…

Su cuerpo perfecto, sus caderas amplias, su cabello largo y negro, su piel blanca quizás por el mismo brillo, y ahora me veo… ya no soy osamenta, nuevamente me reconozco mi piel blanca, mi hermoso rostro, mis largos brazos y mi atlético pecho… no estoy muerto estoy perfecto, ya no siento dolor el cáncer finalmente ha dejado de doler…. Ella nuevamente…. Me besa… y en ese último beso camino al cielo entonces entiendo…. Que la muerte es bella.

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