Viernes Erótico

Era un viernes sangriento, de alegría, con una sonrisa justa de que era fin de semana, tenía una cita planeada con mi enamorada para las nueve de la noche, en el centro de Lima, aún faltaba cinco horas, venía de comprar pizza, llegando a mi casa, me encuentro con la amiga de mi mamá, que le decimos tía de cariño, *soy sincero que* en algunas ocasiones me la imagine teniendo sexo en la oficina, que teníamos sexo seguido y demasiado salvaje, también hacíamos el amor, obviamente lento, pero al momento de penetrarla lo hacía con una fuerza estancada una vez ya dentro, volviendo a la realidad, una realidad parecida, ella mostraba signos bajos de querer tener sexo, y discretos, que yo me daba cuenta, pero en el momento no podía confirmarlo, era demasiado madura, y yo era una niño que entendía ciertas cosas y respondía con muecas y murmuraciones, para que aún las llamas sigan encendidas, en el momento de venida a mi casa, me la encuentro, y también iba en camino a mi casa, pero yo antes iba a comprar una bebida en la tienda de la esquina de mi casa, y paso a camino ligero, tan solo diciéndole ¡Tía, Buenas! y ella me para en el camino y me responde diciéndome, por lo menos dame un abrazo, a lo que le doy un merecido abrazo, y al momento de irme me dice en tono de risa » uy estas grande, (con la mirada hacia bajo), y me dice otra vez ahora un abrazo por atrás, en tono de risa para simular que era una broma, pero que en realidad lo quería, y yo al reírme y perder tiempo lamentablemente la broma iba perdiendo sentido y respuesta, pero, supe actuar y fui por atrás rápidamente y cerré mis manos en sus pechos, fueron cinco segundos en el cual mi pene se erecto y su trasero se éxito y al mover yo mi pene un poco, era normal, ella quería el abrazo, y ella movió su trasero discretamente, estaba con un pantalón, medio látex, y con apariencia decente, no podía distinguir si estaba en tanga o no, fueron segundos como si estuviésemos teniendo sexo en posición parada, y luego me fui con una sonrisa sabiendo que en la casa me la iba a encontrar, y que todavía faltaban cinco horas para aquella cita …

Continuará, By: Noesla Acinu, Adiv .

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