SINOPSIS.

Después de que este mundo quedo en ruinas por una terrible tercera guerra mundial, el planeta tierra se volvió un lugar toxico para el ser humano, de tanta contaminación en el ambiente cosechado por tantos años, la lluvia se volvió ácida, no había agua potable y los lugares verdes se habían perdido, la humanidad estaba lista para la extinción después del sufrimiento, el mundo comenzó a cambiar, de la nada los lugares verdes volvieron en cuestión de meses, algunas personas comenzaron a cambiar y solo algunos poseían ciertos dones, capaces de regenerar la vida del planeta, algunos sacrificaban su propia vida para devolverla a la tierra, otros aprovecharon la situación y la codicia volvió a emerger, gobernando pequeñas ciudades caídas que habían apenas sobrevivido, con la idea de volverse mas poderosos.

Aquí encontraras a cuatro chicas capaces de interactuar con el espíritu del mundo, fuego, aire, tierra y agua, con la suficiente energía para restaurar por completo nuestro hogar.

¿Pero a que costo?.


Capitulo 01.

Tic tac, tic tac, las manecillas del reloj se mueven sin darme tiempo de pensar en lo que estoy haciendo.

Tic tac, tic tac, suenan una y otra vez, mi desesperación va en aumento, necesito salir de aquí, veo de nuevo el viejo reloj que resonaba en la pared blanca de mi habitación para verificar la hora, 6:52 a.m.

Aun no es momento, ¿debería irme sin el?, yacía sentada sobre una silla cerca de la puerta esperando mi propia respuesta, sera lo mejor, vuelvo a ver el viejo reloj 6:59 a.m. es momento me dije a mi misma repetidas veces antes de salir por la puerta, dirigiéndome al largo pasillo que conducía hacia la salida trasera, todo el mundo estaba muy ocupado, claro..la coronación es hoy, junto con el sacrificio.

Caminando desde las habitaciones de este gran castillo hasta bajar por las escaleras, fue todo tan melancólico, había vivido en este lugar desde que tenia cinco, educada como señorita de la realeza y aprendiz de la política, dispuesta a ser la próxima prometida del príncipe o la próxima en acabar con su vida, si así el pueblo lo desea, todas aquí fuimos preparadas para el mismo propósito y yo no estaba de acuerdo con quedarme para ser parte de ello.

¡Espera!—Me dijo esa voz tan conocida que fue casi inercia parar y encararle.

Un chico alto, tez blanca, cabello negro me sonreía desde el final del pasillo, se veia tan lindo con su uniforme azul y negro, venia de entrenar ya que se notaba su camisa blanca que llevaba debajo un tanto descubierta, pero se veía fresco e impecable como siempre, es el heredero después de todo, esa era su naturaleza.

¿Necesitas algo Anthon?—le pregunte intentando sonar segura de mi misma, mi nerviosismo estaba a tope y no necesitaba que el lo supiera.

¿Vas a algún lado?—Me cuestiono mirando directamente a mis ojos sonriendo como el solía hacerlo cuando ya sabía lo que yo estaba intentando ocultar, pasaba su larga y pálida mano por su cabello distrayéndome de mi posible salida.—¿Pensabas en irte sin mi?.

Sabe bien, príncipe Anthon que estoy en desacuerdo con lo que esta apunto de pasar, cualquiera aquí podría servir de sacrificio.. incluso yo.—Dije mordiendo mi labio con cierto nerviosismo, mi piel emanaba pánico y desconfianza, pero ahí estaba todavía, sincerándome con mi mejor amigo de toda la vida.

Gaia, no voy a dejarte ir—dijo dando un paso firme hacia mi, quedando los dos más cerca para callar nuestra conversación de cualquier posible chismoso, sonrió hacia mi y tomo mi mano guiándonos a paso rápido hacia la salida.—En cualquier caso, nos iremos los dos.

¡Espera Anthon!—le dije riendo por la situación que se había formado, mientras caminábamos rápido en lo profundo del bosque, pero lo suficiente cerca del castillo, tire su agarre fuera de mi deteniendo sus largas piernas—Anthon tu eres el heredero al trono y futuro esposo de la que sea la elegida, no puedes irte.

Gaia tu eres muy talentosa, tal vez tu seas mi futura esposa, la elegida y la verdad no me molesta para nada la idea—Un escalofrio recorrio mi espalda, lo observe estupefacta, tanto que crei que se me caeria la cara, el tenía el cabello negro y ojos rasgados, tez blanca como la nieve y tersa, el era perfección, pero a través de su palidez y su delicada máscara pude notar que estaba sonrojado y que hablaba completamente en serio.

¡Señorita Foresta!, vuelva adentro, no es momento de estar jugando.—hablo desde lo alto en una ventana Madame Vanora, la encargada de todo este lugar, dando un pequeño susto en ambos, haciendo que cada uno se alejara del otro.—Joven Anthon, por favor dejen de perder el tiempo, de por sí que la señorita es distraída.

Observe a Anthon hacer una mueca y ya sabia que mi escape sería pospuesto.

Ya escuchaste a Madame Vanora, Gaia.—chocó juguetonamente su hombro con el mío tomando de vuelta mi mano para volver adentro.—A esa mujer no se le escapa nada.

Lo se, pero eso no quita que lo que iba a hacer no se vaya a cumplir.—dije sonriente bromista mientras el reía. Después de todo era mi plan, no el de el.

Caminamos por los largos pasillos hasta llegar al gran salón, donde todos yacían listos para el comienzo de la ceremonia, al momento de entrar al gran salón nos separamos a paso rápido tomando asiento en diferentes lugares.

Tan pronto como desvié mi vista hacia Anthon pude notar que estaba junto a su madre, una dulce señora que nos trataba a todas como sus hijas, su tez era blanca como su hijo, pero ella tenia los ojos mas pequeños y su cabello era café rojizo. Sin darme cuenta ambos me estaban sonriendo, devolviendo el gesto me acomode en mi lugar prestando atención a todas las chicas que me bombardearon con preguntas apenas llegue.

Gaia Responde, ¿porque no te vimos en el desayuno?—Me pregunto amistosamente Zarina, la chica que podría ser la mas talentosa aquí. Ella tenia cierto parecido a Anthon pero en vez de tener el cabello negro, Zarina lo tenia rubio claro, era alta y hasta podría decir que parecía una muñeca de porcelana, era de las pocas chicas que me hablaba como a una chica común.

Después de todo, todo el mundo sabía que mi madre era el sacrificio anterior, tachando de posible amiga, ya que todas pensaban que yo seria la proxima en serlo, evitar lazos para evitar la perdida de alguien querido, buen plan.

Le sonreí levemente intentando no recordar mi primer plan fallido sobre mi escape, asi que solo le ofrecí eso y un ligero encogido de hombros, notando una mueca en su perfecto rostro.

No estuviste en la practica Gaia.—Me sonreia Brume, una chica de tez aperlada, casi no cruzaba palabra conmigo, porque decía que ella seria la próxima princesa y no necesitaba falsas amistades.

Sonreí de vuelta pensando en otro posible escape.—Nadie necesita práctica cuando se sabe que pasara, ¿cierto?, ademas no me quedaré mucho tiempo.

Ambas se miraron y rieron ligeramente como nos habían enseñado a no llamar la atención, todas unas señoritas educadas.

¿Otro escape Gaia?, ¿enserio?—me susurro Zarina al oído en lo que yo solo asentí en confirmación, para así terminar la conversación.

De pronto los susurros y las platicas que tenían algunas, desaparecieron, haciendo presencia del rey Federic, el padre de Anthon, se veia mas imponente que su hijo y no tenían casi nada de parecido, salvo los ojos y el color de cabello, iba saludando a todos con reverencias y saludos casuales, después de todo, nos conocía a todas desde pequeñas y alguna seria la esposa de su único hijo.

Damiselas, caballeros, honorables institutrices y empleados—Comenzó el rey Federic, caminando por el podio, donde yacía un micrófono, por si su gruesa voz no pudiera ser escuchada por los presentes— Hoy hace cincuenta años se llevo a cabo la tercera guerra mundial donde nuestro mundo cambió completamente, las grandes ciudades fueron destruidas y re-ubicadas provocando nuevas civilizaciones, que han convivido gratificante con la naturaleza misma, intentando regresar a un mundo restaurado y mejor.—Dijo frente a nosotras con un tono de autoridad y emoción—Van dos generaciones en las que hacemos un sacrificio de energía para restaurar la tierra, el sacrificio anterior fue de una mujer mu poderosa, manejaba la energía de la naturaleza como si fueran uno mismo, tanto que ayudo a restaurar hasta un cincuenta por cierto de los ecosistemas del mundo, su nombre era Grisel Foresta.

Un escalofrio recorrio mi espalda al escuchar el nombre de mi madre, todo mundo me miraba, pero habían unos ojos mu peculiares que me miraban con miedo y pánico como para averiguar mi reacción, mi padre estaba entre el publico, junto con otros padres e familia para presenciar cual de sus hijas seria la futura esposa de Anthon el hijo del poder y quien seria el sacrificio para dar el poder.

Hemos tenido una junta y hablado sobre cada una de las señoritas presentes, tenemos a las que serán el futuro del renacer del mundo—mi corazón se paralizo, el miedo y mis pesadillas me carcomían por dentro, que no diga mi nombre, que no lo diga, me decía a mi misma y todo se volvió mas lento, todas estaban nerviosas y emocionadas por participar en esto, yo no soy igual.—Las nombraremos y daremos el rango de sus habilidades, tendrán que pasar al frente, Zarina Illumise Ronelli y Gaia Florea Foresta.

¿Yo?..—Solo alcance a decir, mientras el rey Federic me hacia señas extrañas para que pasara, pero por mas que lo intentaba no me movía, quería correr, debía correr, una pálida mano me tomo por sorpresa Zarina me sostenía con algo de fuerza la muñeca, que dolía, la observe esperando a que me dijera algo, pero nada salio de ella, sin embargo me llevo casi a rastras hacia el podio.

Las conozco desde hace años, señoritas ustedes serán el futuro de Linilia, han sido educadas para este momento, pero les eh de decir que estoy orgulloso de ustedes, lograron abrir su alma al mundo para poder cambiarlo, agradezco a sus padres por haberlas traído al mundo y agradezco haberlas conocido.—Dijo el rey dándonos un especie de abrazo grupal, sonando lo mas sincero que pudo, intentando darnos fuerza y tranquilizando nuestro miedo.

Un silencio lleno la sala, todos estaban ansiosos por los resultados, mientras que yo estaba observando fijamente a Anthon a los ojos, esperando, sabía que habiendo contado lo mi madre, mi suerte estaba en cero.

El rey camino por el lugar observando a todos los presentes indicando que su hijo debía ponerse a un lado de el, lo cual Anthon lo hizo a toda prisa, provocando una risita de todas las doncellas presentes.

—Mi hijo Anthon Cowell Rosem hijo de la corona, príncipe heredero de Linilia, la ciudad gobernante, decidirá quien ha de ser su prometida.—Sentenció el rey al bajarse del podio y esperar la respuesta junto a la reina.

Estoy muerta, desde que conozco a Anthon, ha sentido cosas por Zarina, recuerden, yo solo soy su mejor amiga.

Suspire apretando ligeramente a Zarina para que me mirara y sonriera, dándole la señal de que todo estaba bien, estaba feliz, ella seria una perfecta ewina, nació para ello.

Yo como hijo de la corona, Anthon Cowell Rosem escojo como mi princesa a Gaia Florea Foresta, dandole todo mi poder para ayudar a purificar Linilia y el mundo.—Acto seguido seguido seguido se arrodillo ante mi, dejandome a mi sin habla.

Mi vista estaba fija en Anthon quien seguía arrodillado frente a mi, con la vista fija al suelo, ¿Que pasa por tu cabeza?, era lo que intentaba preguntar con la mirada, no hubo respuesta.

—Yo, Zarina illumise Ronelli, te entrego a ti Gaia Florea Foresta, mi energía vital para utilizarla en Linilia y el mundo—Dijo imitando la postura de Anthon, sin mostrar ningún sentimiento hacia mi.

—¡No!, ¡Esperen!, esto no debe ser así, los sentimientos de ambos es mas importante—Susurre para ambos, pero ninguno me miraba, ellos se querían, lo sabía.

Esta bien Gaia, estoy feliz de que no seas tu la que este en mi lugar.—Hablo Zarina, cuando Anthon se alejo de nosotras, mostrándose feliz ante el publico, ella en cambio se veía triste y desolada.

¡Anthon haz algo!, ¡tu la amas!—Solté caminando hacia el, sin importarme mucho si lucía fuera de lugar

—¡Basta Gaia!, no sabes nada—Dijo tomando bruscamente mi mano para evitar los regaños de sus padres, quienes ya lucían algo estresados por la situación

¿Pues sabes que?, al diablo todo, ¡Entregare mi vida, por ti!—Dije segura de mi misma, observando a Zarina quien seguía arrodillada frente a mi lugar vacío.

Cuando el y yo teníamos diez años, conocimos a Zarina, el me habia comentado miles de veces que el seria el principe de ella, siempre intentando protegerla y aunque nosotros teníamos nuestra historia, el nunca pudo hacer una con Zarina y eso nunca me lo perdonaría.

¡¡Gaia!!—Fue lo ultimo que escuche antes de soltar toda mi energía fuera de mi, conecte con todo ser vivo, pero mi cuerpo se estaba esfumando, ahí estaba yo frente a todo el mundo soltando todo lo que una vez retuve, mis sentimientos incluidos, también se esfumaban, me sentía viva, pero físicamente estaba muriendo.

Todos en la habitación se alejaron por seguridad, podía ver a Anthon intentando entrar a mi burbuja de energía lastimándose con cada intento, el gritaba, se veía furioso, pero yo estaba feliz, mucho, muy feliz.

De pronto un rayo azul atravesó mi burbuja y todo se desconecto por un momento.


Mi mente estaba a la deriva, podía sentir mi cuerpo, tal tez solo era una ilusión, ¿Zarina iba a sentir esto?.

¿Zarina?

¿Anthon?

Se movió, estoy seguro Shasa.—Murmuraba un chico.

Basta pez, ella tendría que estar así por un largo rato.—Afirmaba la voz de una chica y las olas del mar al fondo me hicieron volver a perderme.






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