Nada vale más la pena

que mirar el alma,

donde no hay materialismo

ni vanidades.

Donde el corazón

alcanza su frontera .

Si alguien alguna vez,

aunque sea por un momento,

compartió contigo su esencia,

su luz…

Jamás le quites el respeto.

Pase lo que pase,

guarda tanta luz

como un regalo,

un regalo que no tiene precio.

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