Búscame entre las sabanas, o entre las barras de los bares que conocimos.
Búscame cada mañana en la esquina de la cafetería, o bajo el árbol de la plazoleta.
Búscame por cada rincón de la ciudad, pero búscame …
Ella quería entregarle toda su fe y dejarle en sus manos su futuro, su vida. Mientras su aliento se consumía poco a poco, ella solo intentaba retenerlo, darle tiempo. No dejar escapar la vida entre los dedos cuando más necesitaba vivir. Pero lo único que frente a ella se encontraba era la ignorancia de la persona que ella no era capaz de olvidar.
¿Ella o él?
¿Morir en sus manos, o vivir por sus recuerdos?
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