Mirando hacia el horizonte y comienzo a pensar en todo lo que he hecho, correcto o incorrecto y pensando si realmente valió la pena todo el tiempo que gaste en cosas que nunca llegue a terminar por pereza o por todos los sentimientos que pudieron fluir por mi ser durante esos momentos.

Deseo creer que todo lo que he pasado malo o bueno, incluso por insignificante que fueran, la suma de todos y cada uno de esos momentos son los que conforman mi existencia y me hacen ser lo que soy.

En ese momento bajo la vista hacia el piso e esbozo una leve sonrisa agradeciendo al mundo por todos cada uno de esos momentos que pase con las personas que ame he incluso los momentos de soledad.

Me levanto, tomo con agrado la mano de la muerte y me despido de este mundo que me lo a dado todo y de donde no me llevo nada.

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