Este relato es un poco extraño, con ciertos planteamientos.
Todo comienza con un personaje al que llamaremos A; A es una persona tímida, con un pasado del cual muchas personas de su círculo cercano creen conocer y/o entender, si dejamos de lado lo cínico que puede mostrarse (pero no mostrarse en contra de las personas, sino que hacia sí mismo), en el fondo es una buena persona, aparte de frágil.
A en su pasado amo intensamente a un personaje al que nombraremos K; quien era una persona al igual que A, tímida y frágil, solo que este tenía una forma de ver las cosas con cierto extremismo con tal de que sus “metas” se logren. Se conocieron alrededor de los 15 años, todo ese evento fue algo tragicómico, donde conocieron lo doloroso que suele ser crecer; tal vez alguno de ustedes señores lectores dirán: “Ok, pero crecer no es tan terrible, tal vez solo sea una interpretación de aquella edad.” Pero no, pónganse en este caso: Ambos vienen de familias disfuncionales, A creció en casa de sus abuelos y a esa edad se mudó con sus padres por el fallecimiento de su abuela, sus padres peleaban todas las semanas y su padre le era infiel a su madre de una manera estúpidamente casi obvia. K en cambio vivía en un hogar donde su abuela paterna era una señora extraña que se mostraba fría con todo, sus padres discutían constantemente, lo que llevaba que su madre pasara bastante tiempo fuera de casa, su padre era un hombre extremadamente religioso, al punto de ser totalmente un “hijoputa”. Finalmente solo como dato, diré que su hermana había muerto dos años antes de conocer a A, lo cual le había afectado bastante. Fue una de esas parejas que llegaron a complementarse de manera única, si lo dijéramos de manera esotérica; A Géminis y K Libra. Se vieron hasta los 17 o 18 años (actualmente no recuerdo bien la edad que me habían mencionado), todo tuvo que terminar por culpa del padre de K, quien obligaba que no se juntara con A por considerarle una mala influencia, incluso llamándole “acolito de Satán”, pero eso no fue tanto impedimento para que se juntaran a escondidas, hasta que al año siguiente de esto, abruptamente K desapareciera casi de la faz de la Tierra. No fue hasta días cerca de navidad, A fue a al mercado a comprar cosas para celebrarle el cumpleaños a su madre (digamos que las cosas en su familia no iban muy bien, su abuelo al que le tenía un cariño inmenso estaba agonizando), e intentar alegrarla un poco. Sin embargo, mientras escogía el pastel, escucha: “No cambias tu forma de vestir.” Era K, quien apareció después de tanto tiempo, seguía igual, demostraba más madures en su rostro a diferencia de A. Después de aquellas compras, se despidieron solo K diciéndole una pista que va a ser fundamental para A.
Pasaron dos años que A no sabía nada de K, en ese intertanto había sentido cosas similares por otros personajes a los cuales no nombraremos, aparte de caer entre un estilo de vida un tanto nihilista y un poquitín hedonista, mientras tenía ese vacío que genero el no saber de K, se dedicó a disfrutar de algunos placeres mundanos que no llevan a nada; acostarse con otras personas sin sentimientos, sustancias que lo hacían dejar de lado la existencia de este mundo. Pero todo cambio, creo recordar que me dijo que fue un Noviembre, donde dedico unos meses en buscar a K, lo cual lo logro de mala manera. Busco o investigo como contactarse con la madre de K, la cual le dijo tristemente que K se había suicidado para noche buena. Culpo en cierta manera a A por una carta que dejo, pero en aquella carta no culpaba a A, sino que a sus padres, en especial a su padre. A conmocionado por esta noticia cae en un estado de vacío y reflexión. Se dijo: “Ok, hay cosas tienen que ocurrir de esta u otra manera.” Pasado un tiempo y muchos sueños en que K aparecía aclarándole que no era culpa de A.
Creyó, A, haberlo superado, en un comienzo fue con una mala relación que mezclaba una amistad y amor (que fue más lujuria) con alguien a quien llamaremos V. Fue lo más toxico que había vivido, donde no pasaban dos días sin consumir alcohol hasta que el mismo acto de una relación sexual era olvidado por la ebriedad o por el consumo de alguna droga la que solía ser comúnmente éxtasis o anfetaminas. Lo que una noche llego a sentirse infiel hacia si mismo e incluso V le fue infiel en frente de A (todo esto fue una pequeña ante sala antes de la búsqueda de K).
Por un verano en que todo estuvo en calma, fue algo cálido que tuvo con uno de los personajes que anteriormente no habíamos nombrado al que le pondremos M; M hizo que sintiera que aquel vacío que dejo la perdida de K en A, se saciara; solo que M discutía mucho con A respecto a esos sentimientos que solo fueron un dolor de cabeza para M.
Ya el otoño llego para todos estos personajes, que cabrían bien en la realidad, ya que ese otoño A conoció de manera un poco similar a quien le podre de nombre E. E, es similar o mejor dicho igual a K, solo que E es ese tipo de personas que todo el mundo adora por ser la clara imagen del bien y un buen ejemplo a seguir. En cambio A sigue sintiéndose “acolito de Satán” por su rebeldía y gustos extravagantes.
A no se atrevía a dirigirle mucho la palabra a E, le causaba esa sensación de recuerdos que atormentaban a A. E se veía distante e inalcanzable para A, aunque con el tiempo cruzaban palabras y gestos de manera social. Pero A sentía cosas que solo con K sintió alguna vez (si lo hiciese el día de hoy hacia K, sería un poco enfermizo el sentir atracción por un muerto).
No fue hasta que la luz de Agosto se presentó, en donde en una noche de consumo de pastillas llevo a A, a tener un extraño sueño:
“A estaba paseando por un parque muy céntrico y conocido de su ciudad, hasta que ve a K, esta camina unas cuadras de dimensiones oníricas, al lado de A, contándole lo mucho que lo quiere. En un momento, K se acerca y abraza a A, como si se desmayase, en aquel momento; K se convierte en E, quien le dice: “No te preocupes, todo irá bien.” A mira los ojos de E y despierta con lágrimas en los ojos.”
Paso todo un día pensando en ello, sacando conclusiones que por poco no son conspiranoicas y mencionan a los extraterrestres. Pero comenzó a darse cuenta en que mientras más conocía a E, más similitudes le encuentra con K, inclusive son del mismo signo, Libra.
Ese día, se preguntó: “¿Dios ha de aburrirse siendo eterno que gustase de hacer bromas pesadas a los mortales?” Quedando talvez con el mayor mal humano (que agradezca A y el resto de los personajes que son solo seres imaginarios, en cambio yo soy solo un actor poco memorable) esperanzado de que sea algo maravilloso el resultado de ese “todo irá bien” que le decía E en su sueño.
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