La tragedia y la esperanza

Un sabio rey de arabia convocó a todos los maestros de las bellas artes y le hizo un encargo: «hacedme la obra de arte que refleje la mayor tragedia y a su vez la mayor esperanza».

Luego de un año los artistas de la corte presentaron canciones tristes, cuadros desgarradores de guerras y holocaustos, oraciones nunca escuchadas, sinfonías, y elegías abortos, obras de teatro siniestras… el rey examinó todo y nada le convencía. Por último, uno del artista le pasó un trozo de papel. El rey lo examinó y dio por terminado el concurso. Hubo miles de comentarios, todos deseaban saber que estaba escrito en el papel. El rey con voz solemne leyó la única palabra que decía el papel: «ser humano». Y explicó que el hombre en sí mismo es la mayor tragedia de la creación y es al mismo tiempo la mayor esperanza del mundo.