FUNDACIÓN FUENTETAJA
Impuestos Medioambientales; el problema del deterioro ambiental
Realiza: Oswaldo Diaz
UNAM-Economía — Diplm: Procesos urbanos y metropolitanos en IIS-UNAM
Artículo
Hoy más que en ningún momento de la historia del hombre necesitamos de los cuantiosos recursos que nos proporciona la madre naturaleza para satisfacer nuestras necesidades de consumo, comodidad, actividad económica y de la misma supervivencia del hombre; sin la explotación de la madre naturaleza no podemos explicar la actividad económica, social y cultural del hombre.
La relación de la sociedad y la naturaleza se ve más atentada debido a los altos grados de explotación que gesta el hombre sobre esta, la cantidad impresionante que necesitamos a diario de energía, comida, vestimenta, nuestra movilidad y los recursos que a diario necesitamos para la actividad económica son incalculables pero vitales para el hombre. Desde los años 80´s surge un movimiento importante en los Estado Unidos que buscaba a toda costa que los gobiernos del mundo pusieran por primera vez los temas ambientales en 4 rubros importantes; presupuesto, marco legal, instituciones e infraestructura para su mitigación.
Las medidas adoptadas hasta el momento no han podido frenar el alarmante deterioro ambiental que se esta gestando en todo mundo a un paso tan veloz que no podemos cuantificar dicho escenario, pero las consecuencias las podemos ver tangiblemente; altos niveles contaminación en la mayoría de los países, animales en peligro de extinción, cambios abruptos de temperatura, migración en todo el mundo debido a los cambios geográficos y también vemos estados que cada vez tienen que invertir más en infraestructura y en amplios programas de políticas medio ambientales donde incluyen como medidas a los impuestos medioambientales.
El acuerdo de Paris establece metas a nivel mundial sobre el tema, este avance es de suma importancia debido a que se establece un marco regulatorio a nivel mundial sobre este tema. Algunas naciones y ciudades han invertido grandes cantidades de dinero y de recursos tecnológicos que les permita transitar a una economía más amigable con el medioambiente.
Los impuestos medioambientales han sido una de las medidas que se han tomado como una alternativa en varias direcciones; financiar la infraestructura, promover el mejor usos de los recursos naturales tanto de los gobiernos locales y nacionales como de las empresas que contaminan, buscar una carrera tecnológica que permita en un futuro tener mejores condiciones para poder sustituir nuestros sistemas de generación de energía, caminos alternos en el uso de los derechos industriales y domésticos que a diario se generan y mucho más acciones que tienen que ver con el cuidado de especies animales y de las grandes reservas ecológicas a nivel mundial como el Amazonas, Serengueti, Cordillera de los Andes y muchas más que necesitan de una protección mucho más rigurosa de la que se tiene hoy en día. Es verdad que el tema ya está en la mesa de las grandes potencias del mundo a excepción de Estados Unidos que ratifico su estancia en el Acuerdo de Paris cosa que no es menor debido a que este país es uno de los que más contamina y era uno de los grandes financiadores de este gran programa a nivel mundial.
Los programas de impuestos pigouvianos o ambientales son en un doble sentido adecuados, aunque de otra forma no lo son, explicaremos más adelante ello. Primero resolvamos la pregunta ¿Por qué un impuesto al daño medioambiental? Mucha bibliografía especializada en el tema (Castells, Garza, Boris, Carabias, etc.), manifiestan que los impuestos ambientales son de suma importancia debido a que mediante este se financia la infraestructura, se promueven dentro de las empresas un rubro que deben de acatar que tiene que ver con el cuidado medioambiental de sus procesos productivos y a su vez en invertir en la infraestructura necesaria para hacerlo. Por otro lado, busca incentivar a la población a que el cuidado ambiental es importante y de no hacerlo tendría una consecuencia económica importante.
Enlistare puntos a favor y en contra de los impuestos:
A favor:
- Captación de recursos financieros.
- Inversión e instalación de infraestructura necesaria para la mitigación.
- Fortalecimiento del marco legal que permita sancionar las malas acciones ambientales tanto de empresas como de ciudadanos.
- Una competencia tecnológica que permitiría a futuro transitar hacia sistemas de obtención y consumo de energía mucho mejor que la de hoy.
- Mediante este impuesto poder generar estímulos fiscales para que otras empresas pequeñas transiten de manera adecuada a la generación de energías cada vez más limpias.
- Este impuesto permitiría al largo plazo financiar a otros sectores que de igual forma necesitan una mejor proyección hacia el futuro y que sin duda alguna necesitaran de bastos recursos.
- El impuesto crearía una base de empresas que de apoco verán caer sus costes por la transición que permitirá que la infraestructura en la ciudad o localidad suba considerablemente lo que en consecuencia se podría intuir que la calidad de vida de las personas se eleve conjuntamente con la infraestructura.
En contra
- El poder pagar un impuesto nos pone en el escenario de “Quien paga puede contaminar” esto ha generado que tal impuesto tenga que ser vigilado y en muchas de las veces los precios o costes de este impuesto se traslada al consumidor o comprador final.
- El impuesto es evadido, si no se redacta de manera adecuada se puede correr el riesgo de que dicho impuesto sea evadido.
- Al ser un impuesto el Estado suele tomar los recursos sin ocuparlos para el fin final; mitigación ambiental y lo gasta en otros rubros.
- Si los impuestos son muy altos o las sanciones son graves en vez de tener un sistema compensatorio se tendrá al largo plazo un buró grande de deudores que buscarían a toda costa acortar los pagos.
Uno de los grandes problemas del medio ambiente pasa por los recursos que ahora se disponen en cuento a los avances tecnológicos, los costes de investigación, promoción y de emparejamiento de infraestructura en todos los países no son equitativos por lo que algunas naciones no pueden atacar este problema de lleno y dificulta considerablemente los esfuerzos en conjunto que se gestan a nivel mundial.
Por otro lado, hay países que en consideración con otras no han aportado con la misma magnitud al cambio climático como puede ser Costa Rica pero que sin en cambio sufren sus consecuencias de manera importante, en las cumbres de cambio climático llevadas a cabo por las Naciones Unidas podemos ver un discurso totalmente a favor de los impuestos que se implementan en las naciones más desarrolladas, sin embargo la problemática de dichos impuesto es la capacidad del Estado de poder hacer valer dichos recursos al ejercerlos ya que dichos fondos se han desviado a otros rubros donde la hacienda pública destina dichos recursos financiaros.
El éxito o fracaso de dichos impuestos dependerá de hacer efectivos estos recursos financiaros, de otra forma los paraísos fiscales y los débiles marcos legales de los países harán de los impuestos una vía de recaudación fiscal y no una medida de sanción o mitigación como se había postulado en la cumbre de Rio en los años 90´s.
foto créditos: https://www.fundacionaquae.org
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