Agua salada.

Agua salada.

Susan

14/08/2019

En una ocasión leí por ahí, que la solución a todas las penas es el agua salada; sudor, lágrimas y mar, y es que ciertamente es así. Cuando le pienso, las olas del mar se reproducen en mi mente, siento el agua arenosa inundando mis pies, la brisa colándose por mi pelo y nuestras manos entrelazándose…

Deseo inundarme con agua salada, hasta no dar más y que mi única opción sea llorar, llorar nuestros pocos y pequeños recuerdos.

Quiero saborear tu piel tan pálida y salada como la sal, darte un beso en esa boca tuya frente a esa roca que tanto te encantaba, quiero llegar a casa con mis mejillas rosadas…

Repetir nuestra historia una vez más, dando los pasos correctos en la suave arena, hundiéndonos juntos. Soñaba con hacer ese nuestro lugar, donde nuestras miradas eran eternas, donde nuestros besos se esfumaban con las olas, donde el sol nos acariciaba tanto como tu a mí, donde el mar nos envolvía con pasión.

Pero eso es imposible, imposible porque solo yo te quería así, bien, sin prisas y con las brisas del Peñón.

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