Agonía

Ine

12/08/2019

Tener un chaleco antibalas, o mejor una cápsula que rodee tu historia, tus sentidos y tu agonía.

Una vez más, una vez más el mismo sentir pero al cubo, la vil banalidad del abandono, la detección de la agonía próxima que esta por ennegrecer nuevamente mi cielo y llenarme de lluvias lagrimales la existencia, tener la conciencia de que algo pasa y no poder hacer nada, solo sentarse con el alma en espera, con el alma trozada.

Regresa, y dime a qué se debe toda esta oscuridad, el por qué de la ausencia de la primavera, espero con ansias ese arcoiris que me dira que todo vuelve a la normalidad.

Esta tormenta de agonía evaporada cayendo sobre el alma gastada, esa cobertura agrietada que permite el paso de ciertas balas que detonan con más dolor, con mas polvora.

Llegas, con timidez abordas mi espacio destapando la omisión, la cruel mentira que desgarra mi mundo. Temblando te abro la puerta, sabiendo que detonara una bomba en mi cara y muy segura que sanaré otra vez de la desfiguración.

Ya no me regales ausencias, ya no me quieras entregar más ocultas agonías que saldrán a flote a martillar nuestros muros, regalame tu felicidad y tus miedos, yo estare aqui con mi poca luz pero tratando de entregartela toda para que ilumine un poco tu incertidumbre.

te echo de menos.

Permiteme ser un balsamo en esa herida que provoco el tiempo y las consecuencias, dejame estar, dejame ser a tu lado lo que soy, dejame revestir tu dolor. Vuelve

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