Un pequeño desahogo

Yo no se si elegí ser quién soy o solo estaba destinado a serlo, pero por alguna razón no soy igual al resto de la gente, siempre he visto las cosas desde otro cristal, me he movido por motivaciones diferentes, he creído en cosas diferentes, hasta mi sentido de la moda es diferente, nunca he podido darle el mismo valor al las cosas que valoran los demás, en cambio valoro cosas que la gente no valora tanto, tengo un consepto distinto del amor y la amistad, de la vida, de lo importante…

En realidad no creo que halla nada malo conmigo, he tenido una vida normal, mi salud ha sido buena, he vivido las mismas cosas que cualquier persona e incluso a veces pienso que mi forma de pensar es un tanto mas consiente, o tal vez más acertada que la de muchas personas.

Sin embargo nunca he logrado encajar del todo, toda mi vida he sido ese tipo de persona que de algún modo debe actuar como «normal» para poder relacionarme con la gente.

Esto es algo con lo que aprendes a vivir, pero nunca te acostumbras por completo, llegas a conseguir amigos pero ellos nunca te pueden llegar a entender, puedes conseguir parejas, pero que difícil se hace encontrar el amor de tu vida.

El pensar y sentir distinto no te quita que sigas sintiendo, el tener un consepto distinto no quiere decir que no ames, pero el no encajar con nadie, no encontrar alguien, o algún lugar donde pertenezcas y puedas ser tal cual como eres es muy duro. La gente como yo lleva esa carga, tal vez a cambio de muchas otras cosas que no nos afectan tanto como a los demás, pero duele…

Duele ver como se va tu vida y te quedas solo, duele que las cosas que pueden ser tan sencillas para la mayoría de la gente, para ti sean tan complicadas y no son cosas cualquiera, se trata de sentirse amado, comprendido, correspondido, todos necesitamos eso en alguna medida, todos queremos encontrar alguien a quien entregarle todo lo que uno es, pero habemos quienes somos como un libro escrito en una lengua muerta, podemos contener maravillas alojadas en nuestro ser, pero estas se perderán en el tiempo a menos que al fin llegue alguien que las pueda leer, éste es el anhelo que me mantiene en pie.