Como en una pieza de Gestalt

En su rostros puede leerse:

dolor y esperanza

decisión e incertidumbre.

Alegría en sus labios

Y tristeza en sus miradas.

Sufrimiento

Que baja en pétalos de sal

serpenteando por sus mejillas.

Esa mezcla de fuerza y debilidad en sus ojos

Siempre me atormenta,

Me recuerdan

las famélicas almas judías

caminando desnudas…inermes

hacia el holocausto.

En la distancia puedo sentir

Sus corazones aleteando

Como peces en las redes

Para no rendirse,

Encallados

Como delfines varados

en las fronteras

solitarios, pero juntos.

Adrenalina y Cristo

Sostienes el amargo periplo.

¿Qué hermosos tesoros esconden

esas maltratadas maletas?

Y esos bolsos desgastados en sus espaldas

Como agridulces cruces hacia el calvario,

Son su pedacito de tierra… de vida

Semillas para nuevas cosechas.

Bellos Cirineos

que extiende su mano generosa

y mojan sus gargantas de agua y pan.

Samaritanos del asfalto

que abrigan a los niños.

Nobles corazones

con olor a café y chocolate caliente.

Siervos de la diáspora

que bendicen sus pasos

y le animan a vivir, a seguir.

Anónimos soldados de Dios,

Ángeles de las fronteras

que tibian los huesos

de mis hermanos venezolanos,

Mensajeros del amor incondicional,

titanes de la caridad

de mi emigrante desamparado

Gracias.

Viajero por la fuerza

Peregrino de raídos tricolores

Y siete estrellas mustias,

nunca olvides porque sangran tus pies

ni por qué dejaste atrás

tu tierra prometida.

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