Recorrí el camino escondido,
encontré lo deseado,
halle lo querido.
Una señora me dejo pasar,
poniéndome , un blanco vestido , y,
con un ramo de rosas rojas,
entre tranquila a tu vida,
dejando atrás, los viejos, rincones ,
y, las flautas amarillas.
Susana Alvarez Puerto.
OPINIONES Y COMENTARIOS