LO QUE SUCEDIÓ EL AÑO PASADO EL ÚLTIMO DÍA DE SEMANA SANTA EN LA ROMERIA DE TU PUEBLO QUE NO DEBERÍA HABER TENIDO CONSECUECIA ALGUNA PERO LA HA TENIDO

Todos los años, como colofón de la Semana Santa, en el Domingo de Resurrección, se celebra en tu pueblo una romería que llena de paisanos la hermosa dehesa en la que se ubica, que es propiedad de todo el pueblo. La llamáis La Jira, así, con jota, que en una de sus acepciones se refiere a un banquete campestre que se da alegremente entre amigos, que es precisamente lo que hacéis tan señalado día.

El pueblo se queda casi vacío. Alguna vez has pensado que ese sería el día ideal para perpetrar un robo masivo sin apenas resistencia, pues por lo general solo se quedan personas mayores, pero siempre has desechado la idea porque no tienes vocación de ladrón de pueblos, menos todavía de tu propio pueblo. También has pensado que algún día vais a volver de La Jira, os vais a encontrar el pueblo desvalijado, y todo el mundo va a mirar hacia ti porque la idea del robo la cuentas todos los años en estas mismas fechas cuando has bebido de más, pero ese suceso, afortunadamente, todavía no ha ocurrido.

Vais con vuestras parejas o amigos, con los hijos (quien los tiene, que son casi todos tus amigos menos tú, que siempre te has asombrado del afán por procrear de la gente de tu generación, en general y de los que están a medio criar en particular, y no te refieres a tus amigos, ya no). Cada uno lleva lo que cree conveniente y después os lo coméis y bebéis todos juntos.

El año pasado llevabas, entre otras cosas, llevaste 36 latas de cerveza Steinburg de Mercadona, y no porque fueras un alcohólico empedernido, que lo eras, si no porque a lo largo del día se pasaban a veros, a vuestro acuartelamiento entre encinas, conocidos y familiares, y os gustaba ser buenos anfitriones. Como no te habían cabido todas las cervezas en la nevera portátil que llevabas, le dijiste a Luis, “un amigo” entre comillas, que metías varias latas en su nevera, que era más grande, para que se mantuvieran frías.

-Ni hablar, no vas a mezclar esa mierda de cerveza barata con mis latas de Heinecken.

-¿Qué? -no dabas crédito a lo que acababas de escuchar.

-Lo que oyes. -respondió sacando las latas de Steinburg de su nevera y dejándolas en el suelo.

-Pero tío, ¿Qué te ocurre? Si hasta hace bien poco solo comprabas cervezas de marca blanca, defendías lo baratas y lo ricas que estaban.

-Pues ya no. Así que mete tus Steinburg en otro lado.

-Si te jactabas de que se fabricaran en las plantas de Cruzcampo, Alhambra o Mahou, que lo ponía en las latas.

-¿Yo? Pero que dices, hombre.

De golpe, intervino Paula, tu mujer.

-Pero serás mentecato, si eres un muerto de abre venido a más, y desde que te juntas con el alcalde vas de sobrao. Anda y que te den soplapollas.

El resto de los presentes, que no eran pocos, miraban atónitos la escena haciendo comentarios entre ellos. Luis se intentó defender, pero Paula no le dio tregua.

-Siempre has sido el que desaparecías cuando llegaba la cuenta, el que se hacía el despistado cuando había que poner un fondo común. Miserable.

Ana, la mujer de Luis, que conocía bien a su marido y es una buena y pacífica persona, calmó a Paula diciéndole que era un día para celebrar, no para discutir por unas cervezas. También le dijo a Luis que guardara las Steiburg en la nevera, este se negó.

El resto del día siguió su cauce, aunque con caras más largas de lo normal y mucho comentario en voz baja.

Días después leíste en tu iphone que el “International Beer Club” había hecho público su estudio anual sobre las mejores 25 cervezas Lager de Europa. Lo sorprendente es que la cerveza Steinburg, que cuesta 20 céntimos la lata, aparecía en el tercer lugar de la lista. Según explicó el “International Beer Club”, el truco de Steinburg está en su lata, tan fina que hasta deja que la cerveza se airee y eso le da un toque característico y personal.

Inmediatamente compartiste la noticia en el grupo de amigos del pueblo, en whatsapp. Pronto hubo risas y cachondeos en general, poniendo en ridículo a Luis, llamándole ignorante y bocazas. Lanzásteis emoticonos de perros, gatos y otros animales riéndose, uno empezó a llamarle LuiSteinburg, otro dijo que iba a ir al Mercadona a por varios packs de 24 latas antes de que subieran el precio, los demás le dijeron que acarrease con las que pudiera, tu propusiste ir a casa de Luis y Ana para beberos allí las cervezas, para jolgorio de parte del grupo. La otra parte, las mujeres, todas, menos Paula, teclearon “parad, ya está bien”, “dejad de hacer el crío, que no os pega”, “os debería dar vergüenza” y otros mensajes similares.

En la pantalla apareció “Luis ha dejado el grupo”, vuestros siguientes comentarios fueron “ya se le pasará”, “vamos, que no es para tanto”. Pero sí fue para tanto, vale que Luis tenía lo suyo, y había que darle un toque, pero os pasasteis bastante. Luis y Ana no han vuelto a quedar con vosotros, también te han dicho que apenas salen ya por el pueblo,

Has intentado varias veces pedirle disculpas, los demás también, pero no solo no te coge el teléfono, desde hace tiempo lo ha puesto en llamada rechazada, como al resto de los amigos.

La noticia de que la cerveza Steinburg había sido elegida como la 3ª mejor cerveza lager de Europa era falsa, un fake news de coña que ninguno habíais verificado, ni se os ocurrió, os pudo más el afán de reíros de él. Fue publicada por haynoticia.es y ahora se os cae la cara de vergüenza, aunque no tanto. Como no os habla a ninguno, habéis pensado llamar a su puerta este Jueves Santo y dejarle 2 packs de 24 latas de Steinburg como desagravio.