El otro día buscando una caja en el armario sin querer encontré un silencio.
Estaba ahí.
Tranquilo, mudo, imperturbable.
Parecía un poco añejo, pero tenía todo su esplendor,
era un bello ejemplar.
Después de mirarlo un rato lo saqué de la caja y lo dejé libre para que haga lo suyo.
Mis oídos se hallaban estupefactos.
Sentí que llenaba toda la habitación donde me encontraba.
Era como si fuera una luz, pero era un silencio, un silencio inolvidable.
Nunca había vivido algo similar.
Lo escuché perfectamente.
Todos mis sentidos vibraban con el.
Mi equilibrio parecía dudar pero me mantuve parado (debo decir que no fue fácil).
Medité muchas cosas, y me quedé pensando en temas muy profundos.
Pasaron muchas imágenes por mi cabeza y muchos recuerdos. Todo sin un sonido, como una película antigua.
Luego de un largo rato de ininterrumpido silencio por fin decidí guardarlo y dejarlo donde lo había encontrado.
Era suficiente.
Sediento de más, al otro día volví a buscarlo y ya no estaba.
No es muy común hallar silencios como ese, pero si llegan a tener la oportunidad de encontrar uno así, disfrútenlo.
En silencio.
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