Una cita de amor

Una cita de amor

Treserres

30/07/2019

Muy temprano se mira al espejo; siente orgullo de la figura perfecta que hay al otro lado. Sus largos cabellos rubios peina con cuidado y recoge con mucho celo. De negro pinta las pestañas que cubren sus hermosos ojos grandes color marrón. Con cautela desliza suavemente las medias. El vestido tiene el largor perfecto de un coqueteo disimulado. El escote con poca profundidad realza sus pechos redondos por encima de una cintura diminuta dejando a la vista movimientos rítmicos que alimenta las emociones escondidas de los jubilados.

Saluda con espontaneidad a cada paso que da. Su aroma esboza sonrisas de esas que suelta el jardinero. Muy puntual llega a su destino. Las piernas le tiemblan y el corazón taladra su pecho. Ocupa la silla que lleva su nombre marcada en la imaginación. Levanta su mirada y él está allí de pie, con esos ojos verdes que derriten las vestiduras de su voluntad. Con timidez su mano levanta para saludarlo. Él responde con serenidad y ajeno a toda palpitación que ejerce en ella, inicia muy puntual su eucarística. El Padre Simón no sabe que Margot cada mañana, cumple a la cita de amor esperando en silencio un beso de su corazón.

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