Capitulo 17

Capitulo 17

Roxanze

30/07/2019

MIA

Siempre fui consciente de mi mala suerte para encontrar el amor. En mi anterior
universidad había un chico que me acortejaba, era muy lindo, siempre me invitaba salir
y a comer. Mi padre me decía que debía hacerle caso pero habia algo en él que no me
convencía del todo. Kate me ayudo a averiguar sobre él, íbamos preguntando a sus
amigos de clase una que otra mentira por ahí para que nos digan algo sobre Jeffrey
hasta que una chica nos dijo que él tenia un hijo y nunca se ha hecho responsable del
niño. Con un hombre así que futuro me esperaba, además en mis reglas estaban no
meterme con hombres divorciados, casados, o como en este caso que Jeffrey no se hizo
cargo de su niño, tampoco sería la amante de algun hombre. Lo que siempre y hasta el
día de hoy he odiado es a las personas que lo tienen todo pero nunca lo valoran. Entre
ellos SANTIAGO REHEAD DALLAS ese hombre me vuelve loca con solo su presencia pero
no loca de hay que churro ese hombre, sino que me vuelve loca porque piensa y cree
que puede hacer lo que le da la gana por el simple hecho de llevar el apellido REHEAD,
también piensa que todas están a sus pies, y por eso cree que puede hacer conmigo lo
que quiere. Primero me besa, luego me obliga tener una cita con él a la fuerza.

-¿QUÉ? – aparto el celular de mi oído cuando kate pega un grito al cielo. Le acabo de
decir que el niño rico me esta obligando a tener una cita con él…. A menos que sea solo
una broma.

Escucho la voz de su madre al otro lado diciéndole que no grite porque no esta en un
mercado.

-Mierda!! – grita de nuevo

-Ya relájate, ¿quieres? – Además no iré digo cortando de golpe su supuesta emoción.

-Bueno… – dice con tal resignación en su voz – Habrá que decirle que si irás ¿No?

– Dime que no harás lo que creo que harás …

Kate se ríe con malicia al otro lado del telefono

-Iré por mi laptop. Tu espérame, no cuelgues la llamada – ordena severa,

-¿Qué hay conmigo? ¡No quiero ir! – digo antes de que me mande bien pero bien lejos.

-Por favor, Mia – se burla a más no poder –. Solo le escribiremos diciéndole que iras, y si

lo ve y no responde, entonces habrá entendido. Verás que esto funcionara, no te

muevas de tu casa que ahí voy. Adiós.

Fin de la llamada. Me tumbo en mi cama y me quedo viendo el techo sin poder procesar
lo que Kate acaba de hacer. En cuestión de minutos el timbre suena, es mi hermano
quien abre la puerta y tras unos segundos me grita desde la sala.
Kate vive a unas dos cuadras de mi casa, su casa tiene un hermoso jardín en donde vive
con su madre y sus pajaritos lola y lolo. ¿Cómo habrá llegado tan rápido?. Me la imagino
en su scooter naranja, con su casco y sus rodilleras de protección.

-Te buscan, peque – oigo gritar a Steve desde la sala nuevamente

-Sube Kate – grito en respuesta

Me encierro en el baño para tranquilizarme y para que kate no me note nerviosa.

-¿Dónde demonios te has metido bitch? – dice ella golpeando la puerta

-Por los clavos de cristo – digo saliendo de mi escondite

-Porque te escondes, no has hecho nada malo o ¿Si? – me mira con ojos chinitos

-No, no como crees. Eso de escribir a gente que no conoces no es lo tuyo…

-Le escribiré a través de tu celular – extiende su mano moviendo los dedos para
entregarle mi celular.

Le doy mi celular y kate escribe por mi, que estaría encantada de tener una cita con él y
que me espere que si llegare a la hora pactada.

-Estoy segura que va a responder al mensaje – dice ella – quiero que quede guardada en
mi memoria que por primera vez en tu vida dejas plantado a alguien – ríe dando
palmadas como foca.

Pongo mis ojos en blanco y muevo la cabeza dando mi desaprobación a lo que ella dijo.

No entiendo porque dice algo así, si como dejar plantado a alguien es de lo más normal.

Sin saber lo que hemos hecho kate y yo nos quedamos mirándonos para luego reírnos.

-Pobre niño rico – digo riéndome – No lo imagino esperándome varias horas o minutos.

-Daria lo que fuera por ver su reacción – dice kate

Muevo mis pies de un lado a otro. Me siento intranquila y con justa razón, ya que solo
quedan unos cuantos minutos para que sea la hora de la cita con Santiago. No puedo
creer que haya hecho eso.

-Pareces una enferma de nervios – dice agarrando mis pies

-Imagina si a ti te dejan plantada y esperas como una idiota por horas o tal vez minutos
a alguien que no va a llegar – grito preocupada

Kate y yo nos hechamos en la cama. Por un momento me perdí contando las pequeñas
estrellas dibujado en el techo de mi habitación.

-Estoy segura que sigue esperando….

-Basta loca, deja de pensar en eso – dice kate

Estoy a segundos de responderle, pero el timbre interrumpe. Kate y yo nos miramos.

-Esperas a alguien – pregunta

-No – respondo

-¡Ese deber ser SANTIAGO ¡Gritamos al unísono

No creo que se atreva a venir, no después de no ir a esa cita. ¿o Si?

-Abre la puerta tú – le digo a Kate

-Aish que maricona eres – me dice ella

Y a lo lejos escucho su voz de Santiago y siento como se me pone la piel de gallina, no se
si por cobarde o por que lo voy a ver después de todo.

-¿Donde esta? – grita el niño rico de Santiago

Me arme de valor y baje para enfrentarlo.

-Aquí estoy – digo ¿Qué quieres?

-Como te atreves a dejarme plantado y yo esperándote como un idiota – grito
exasperado

En cierta parte tiene razón, no debi hacerlo. Si tan solo Kate no lo hubiera hecho. Pero
otra voz me saca de mis pensamientos. MIERDA, mi hermano.

-¿Quién es este imbécil? – Pregunta Steve mirándome – y como se atreve a gritarte en nuestra casa.

Creí que mi hermano estaba trabajando, pero me equivoque. Y con él, aquí, esto
significa problemas pero problemas de los grandes.

-Él es un compañero de clase – digo

– No te creo – y aunque asi fuese, porque te esta gritando

Nadie dijo ni una sola palabra, ni siquiera Santiago ya que al parecer se dio cuenta que
mi hermano estaba perdiendo el control.

-¿Quién mierda eres? – le pregunta de nuevo mi hermano, acercándose hasta tenerlo a
centímetros y mirándolo fijamente a los ojos.

Si no lo conociera, diría que esta a un pelo de golpearlo.

-Steve basta – digo

-No pueden venir aquí y gritarte, recuerda peque que no estas sola – me dice

-Puedo solucionarlo, sola déjame hablar con él – le digo y se va más tranquilo

Cuando lo veo irse a su habitación, me quedo más tranquila, así evito una matanza en
esta casa

-Lo siento Santiago, no fue mi intención – me disculpo..

-Simplemente lo sientes – lo dice molesto – me deja con las ganas de responderle, me
da la espalda y se va.

Sabía que dejarlo plantado no era buena idea, pero ahí estaba yo burlándome con Kate
por lo que había hecho.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS