27 de julio del 2019
La vida comparada con un ovillo de lana
Luego de algunos días de reposo médico obligatorio; hoy, mientras recordaba cómo se teje una bufanda (algo sencillo que me enseñaron en la escuela) con agüjones y un ovillo de lana que encontré entre las cosas que tiene mamá; muy torpemente enredé la lana de manera que me llevó casi dos horas para continuar con mi trabajo, estaba a punto de dejar eso ahí y buscar otra cosa que hacer.
En ese momento decidí escribir esto, pues al ver la lana enredada, hice una pausa y analicé mi vida y realicé una comparación con la de todos nosotros o muchos de nosotros y lo parecido que era la “vida” a lo que tenía en ese momento frente a mí “la lana enredada” con lo que muchas veces vivimos día a día.
Un ovillo de lana tiene un inicio y un fin, las hay de varios colores de varios tipos, formas, texturas, en fin, hay para todos los gustos…Así es cada uno de nosotros somos distintos, todos tenemos un inicio y también un fin, pero en ese desarrollo de ir tejiendo la vida es donde reside la diferencia; la gran diferencia, pues hay unas lanas que son más cortas y otras que para lograr tejer una gran obra necesitan de más colores hasta algún día llegar al fin, para empezar a tejer es necesario estar con la lana totalmente lista acomodada a la necesidad.
Al inicio son solamente puntos que cuando se van uniendo van dando forma a lo que se está realizando. Hay momentos en que por querer avanzar rápido en nuestro tejido, en nuestra obra, en nuestra vida se hacen nudos fuertes, se rompe la lana, se sueltan puntos e incluso hay veces que se ha dañado tanto que todo se convierte en un caos lleno de enredos que uno no sabe por dónde continuar tejiendo o empezar a tejer nuevamente. Es justamente ahí donde hago una pausa; para que esa lana o este ovillo de lana exista, ya hubo alguien que la eligió entre muchas entre tantos colores y texturas……, hay alguien que decidió que estamos listos para tejer y que siempre va con nosotros ayudándonos en esta tarea; pero bueno de nosotros depende y en nuestras manos está terminar o dejar en un nudo sin solucionar o continuar avanzando………
Hay muchas veces que sentimos que nuestra vida está hecha un desastre de enredos total que jamás tendrán solución, sin embargo no nos tomamos el tiempo para observar y empezar a desatar los nudos desde el más simple hasta el más complejo, y si se rompe? , hacemos un nudo fuerte (familia y amigos), y seguimos!!… y si se rompe nuevamente…. Hacemos nuevamente otro nudo o elegimos un nuevo color de lana…. Y si se suelta un punto?, ……con mucha atención lo insertamos nuevamente o cambiamos el diseño o volvemos a empezar…….lo importante es no detenernos; podemos combinar en nuestra obra de arte muchos colores o podemos ser de un solo color, hay momentos que para desenredar un nudo debemos pasar varias veces por el mismo lugar, por el mismo vacío por el mismo hueco, dar vueltas, observar con atención y solucionar el problema, también hay esos momentos en que el tejido simplemente fluye y sigue como si fuéramos expertos en la materia, y todos esos momentos son muy importantes para yo aprender a tejer hasta llegar al fin
Por eso cuánto tiempo nos puede costar analizar nuestra vida, desenredar nudos, soltar puntos, empezar de nuevo, encontrar el camino, y continuar? Seamos pues cada uno de nosotros quienes elijamos nuestros colores y tejamos nuestra vida a veces con enredos y otras veces con gran experiencia que en el proceso mismo adquirimos, pero no dejemos jamás que la obra quede inconclusa sin saber tal vez lo que nos deja su fin y sin sentir la satisfacción de lo que a lo largo del camino hemos aprendido y de lo bello que aún nos queda por vivir……
Gaby R.
OPINIONES Y COMENTARIOS