borrador

Después de tanto tiempo, la volví a ver

Estaba tan hermosa!

mis ojos se perdían en su belleza.

Aún no logro saber que era, pero había algo en ella que después de haber pasado tanto tiempo, tantos soplos del viento, lluvias, veranos y Navidades todavía lograba dejarme hipnotizado, era algo mágico.

Ella estaba extraña, creo que no sintió lo mismo al verme porque sólo sonrió y se fue como sí nunca me hubiese ido, como sí todo este tiempo hubiéramos seguido juntos.

Me obligué a quitarme el miedo, me obligué a ser valiente y decidí hablarle días después cuando fui al estadio como acostumbraba, a estar sólo, a esconderme de la sociedad.

Pero para mi sorpresa ahí estaba ella y me sorprendí tanto al verla con ese leño encendido y riendo cual psicópata planeando su siguiente homicidio.

No podía creer que fuera ella, nunca la vi fumar yerba de esa manera !

Al fin decidí acercarme, ella me sonrió y yo no sabía que decirle, estaba hipnotizado de nuevo, estaba medio pendejo y no podía hablarle.

Ella tomó su leño y lo puso en mi boca

Soplé unas cuantas veces y ya estaba listo para toda la locura que se aproximaba.

Después de eso pude hablarle, la besé, le dije cuanto la extrañaba

Pero ella, ella solo dijo que me dejara llevar y empezó a tocarse por encima de su ropa, y luego tomó mis manos y las puso en sus partes íntimas y las movía para exitarse a sí misma, yo estaba anonadado pero me gustaba, me gustaba mucho lo que estaba haciendo conmigo.

Ella me quitó la camisa y se quitó su blusa, metió su mano dentro de mi pantalón y empezó a tocarme al mismo tiempo que yo la tocaba a ella. Ambos tuvimos orgasmos, eso era algo que yo jamás había sentido porque yo seguía siendo el mismo idiota que soñaba encontrar el amor, pero ella ya había cambiado, ella se había convertido en una sexo maniaca capaz de hacerme olvidar toda esa estupidez del amor y hacerme pensar sólo en sexo.

Quien iba a pensar que el tiempo, mi ausencia y un montón de hombres la convertirían en esa mujer loca por el sexo, en esa depravada que tanto me encantó.

– Paula