Extrospección
Desde que sé del afuera no pude salir. El cuerpo no me apresa, me bordea, compartimos bordes, terminamos juntos.
Sé de un afuera en que vos, con las mismas formas pones entre los bordes (desde el cuerpo hasta el cuerpo).
Aun así nos conversamos, como si pudiéramos suponernos dentro, armamos secuencia, suponemos orden. Salir de ahí es chocar con el más denso de los aires, (como te dije: desde el cuerpo hasta el cuerpo), denso porque entre los airecitos del aire no quedan espacios que no sean afueras.
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