Amor a la Distancia

Así como en todo, no pretendo ser de complicada poesía. Aunque peculiar suene espero no desestimes y menos creas que es un ardid entre las sabanas, el sol y el viento que acarician para que seas mía. Pero amo tu sabor pecoso y aroma vainilla vigilado por la luna naciente ordenando que hoy es el día. Notas de miel, avena, canela y jugo de naranja con pulpa y vitaminas. La comida en el horno rogando con campanas su salida y yo sigo contemplando tu sonrisa. Porque no me molestaría comer carbon con tal de gravar por siempre tu mirar y las cosquillas que provocan tus manos en mis pies y tiemblan mis rodillas. Quiero morder tu cuello y comenzar con el postre y que el carbon llene con risas más que la comida no tiene precio en este día perfecto con dejo a espinacas sazonadas con sal de mar y limón de pica.

En sólo tres tardes he amado más que en mis mejores mil días. Tal vez sea eso, el saber que se acaba le otorga un estado de eterno porque aunque digan que es pronto o poco sé lo que es nuestro y lo propio de quienes viven por momentos.

Aun no te vas y ya extraño incluso tus ronquidos, son un grito para que te abrace aun más fuerte y sigamos durmiendo respetando mi masculinidad fingiendo no escuchar mis sollozos y suspiros. Sé que te vas de nuevo es parte del tango que tenemos. De nuevo escribo, pienso y concluyo una vez más que el amor sólo es por momentos. O termina pronto siendo perfecto o dura por un tiempo para engendrar dolor, conflicto y sufrimiento. Debe ser porque el amor es exclusivo para quienes son libres y amarse es desearse por lo eterno negando la vida cayendo en rutinas y siendo esclavos de valores ajenos. Por eso hoy mirando tus ojos miel y piel jengibre te digo adiós porque te deseo libre.

PAOLO COSTA