El frío invierno que invade te deja trémulo

Cuando sales pasear por las calles de la ciudad

Cualquier complemento, La bufanda, los guantes y el chaquetón

Son prendas que adquieren un calor superfluo

Si en mi bolsillo no esta tu mano, existe la soledad

Es un caminar que puede llegar a ser de peregrinación

De vez en cuando llega una suave brisa con agradables mimos

Que hace bailar las hojas de los árboles amansados

Al compás de la música que en mis oídos suave penetra

Y puedo recordar todo aquello que compartimos

Con entusiasta fervor en los frecuentes momentos dorados

Caricias, amor y ternura todo ello en imágenes allegadas en tetra

Entonces empieza a nacer dentro de mí un ligero cosquilleo

Que hace subir la temperatura de mi cuerpo helado

Cada reproducción es un bálsamo para apaciguar la añoranza

Pensar que aunque tan lejos, puedo sentir un enorme burbujeo

Cada risa, cada beso, cada mirada de un pasado terciopelado

Mi alma se encandila por aquella primavera de remembranza

Puedo naufragar en mares bañados por la luna de plata

Volar entre nubes de mágicos paraísos de hermosura

Soñar en un edén de floritura de extravagante bordado

O degustar exquisiteces divinas de inigualables cata

Que me lleven a unos momentos de agradable dulzura

Pero nada podrá asemejarse al tenerte aunque sea un breve instante a mi lado

-Alma- Enero 2010