Hay puertas que se golpean
cuando viene el día,
otras en que dejan de insistir
y nunca que sabrá quién fue.
Hay las que al sonar auguran dolor.
Y las de un amigo lejano.
Hay las de visitas, las del deber y la sanción.
Y hay las veces que uno abre
por si alguien fuera a venir.
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