Un amor como el infierno

Un amor como el infierno

alice parra

19/07/2019

Aquí les doy un adelanto de los primero capítulos de mi mas reciente libro, espero sea de su agrado.

BUENO SI LES A GUSTADO LA SINOPSIS, A CONTINUACIÓN TENDRÁN EL PRIMER CAPITULO DE ESTA HISTORIA.


CAPÍTULO 1: UN RECUERDO

Es 4 de julio de 2018 , el despertador sonó, me levanté con las mismas ganas de querer desaparecer; pero gracias a Leo mi vida ya no era tan despreciable; antes de levantarme me quedé un rato más en la cama imaginando como sería mi vida de ahora si hubiera tomado otras decisiones, mis pensamientos fueron interrumpidos por mi madre tocando la puerta, diciéndome que me apurara que teníamos que ir a un lugar importante, no quiso decirme para donde, así que mire la hora y vi que era demasiado temprano las 7:30 am, me arregle, desayune y nos dirigimos al auto, a través de la ventana observaba el paisaje para ver a donde nos íbamos, mi madre volteó por una calle poco transitoria, así que le pregunté.

Hija:— ¿Madre a dónde vamos ?—ella no me respondió, y simplemente me miro y siguió su camino.

Después de horas de camino.

Llegamos a un especie de hospital, mire a mi alrededor y puede notar que no era un hospital común, habían personas con túnicas blancas y enfermeras a sus alrededores.

Mi madre estaba hablando con un señor, el cual parecía el dueño del hospital, no alcanzaba a escuchar ya que hablaban muy suave, al terminar de hablar, mi madre se dirigió a mí y me dijo con lágrimas en sus ojos.

Madre: — Hija espero y me perdones pero esto lo hago por tu bien.

Unos enfermeros llegaron de la nada y me llevaron a arrastras a una habitación.

No entendía por qué estaba aquí, grite que me dejaran salir; pocos minutos después, al ver que no me escuchaban me desespere y grite por un rato…
Luego de algunos minutos me di cuenta que allí se encontraba una chica, me le acerque y le pregunté.

—:¿Dónde estoy?
Chica desconocida: — estas en un hospital psiquiátrico, bienvenida al infierno.

Pero antes se preguntarán por que termine en este lugar.

Bueno todo ocurrió en el pasado, volvamos al año 2009

en las tardes de frío me encantaba Jugar en los arbustos de rosas blancas, junto con mi hermana Sara; me llamo Alison, pero aquellos que me conocen me dicen Alice . Estar allí era
Casi mágico, las rosas blancas le daban un aspecto de elegancia y tranquilidad a la casa.
En ocasiones me gustaba ayudar a mi madre Lyla, a arreglar o plantar las rosas.

En la mañanas me acostumbré a mirar por la ventana de mi cuarto, que daba hacia la calle, así podría admirar las rosas.
Una mañana observé un camión de mudanzas que se acercaba cada vez más a nuestra casa, paro justo al frente de ella, sorprendida, me quedé un rato más para ver quien se mudaba a la casa del frente.

Del camión bajo una señora de pelo largo y rubio, piel blanca como la nieve, después de ella le siguió un hombre alto, esbelto y piel blanca.

En el camión, estaban dos niños.
El primero que bajo, pelo castaño claro, un poco largo, era menor que yo, se notaba en su altura, puesto a que se veía de 6 y yo tenía 9 años.

Cuando bajaba el segundo niño, una felicidad de la nada empezó a invadir mi cuerpo, abrí la ventana de mi cuarto para verlo mejor, sin darme cuenta estaba helada, y una sonrisa asomaba en mi rostro.

Aquel segundo niño que bajo, tenía el cabello rubio oscuro.

Jeans azul oscuro y una camisa azul claro
Acto seguido observé a mi madre acercándose a aquella casa, tenía una canasta de bienvenida en la mano.

Al llegar, mi madre estaba hablando con la señora la cual le presentó sus hijos, queriendo tener una amistad con ella, mi madre nos llamó a mi hermana y a mí para presentarnos.

Baje con lentitud, estaba algo nerviosa, pero a la vez ansiosa de conocer a los nuevos vecinos.
Pensé que por fin tendría a alguien de mi edad para jugar, los juegos con mi hermana no me agradaban puesto a que era demasiado pequeña para entender mis gustos.

Alison llegó al lugar donde se encontraba su madre; Lyla presentó sus hijas, la vecina las saludó y luego pregunto:

Vecina:-¿Cómo se llaman?
_Lyla respondió. – La pequeña se llama Sara, tiene 6 años y ella es su hermana mayor Alison, de 9 años. Niñas saluden a los Anderson.

Hermanas:- Hola nosotros somos los Morgan gustó en conocerlos.

Vecina: -Es un placer conocerlas, mi nombre es Andrea, el señor que está cargando la caja es el padre de estos pequeños, se llama Antonio y estos niños de aquí son mis hijos: Zack de 6 años , y Leo de 9.

Alice se presentó a los vecinos, y dejo de último a Leo, seguido de esto la hermana hizo lo mismo.

Andrea se despidió y deja a los niños para que se familiaricen entre ellos. Pocos minutos después los niños charlan un poco y después de un rato se van por separado a jugar, Alison y Leo se apartaron de los hermanos. Lyla deja a sus hijas, para que jueguen un rato, las vigilaba constantemente desde la ventana de su casa, media hora después las llamo para almorzar.

Las hermanas se despidieron de los niños, y con algo de tristeza entraron a la casa.

Lyla:- niñas lávense las manos para almorzar, que ya voy a servir.

Sara:- ¿Mami después de comer podemos salir de nuevo a jugar con los niños?.

Lyla:- ya jugaron un rato con ellos, ¿merecen descansar del viaje no creen?. Además no sé si Andrea los dejé, ¿Qué tal mañana después almorzar?

Alice: – claro ¿por qué no?. Mañana es domingo, tenemos tiempo antes de que comiencen las clases.

— Luego de comer me levanté de la mesa y lave mi plato, luego subí hasta mi cuarto y me pose en la ventana, quería ver si Leo estaba allí, efectivamente lo vi, estaba en su cuarto, el cual daba justo al frente de la calle, levanté mi mano para saludarlo, enseguida me vio y respondió mi saludó, me retiré de la ventana y pase a leer un libro de MARIO MENDOZA, me divertí mucho con el, espero y nos hagamos buenos amigos.

CAPÍTULO 2: UN COMIENZO

LEO
-Estando en mi casa anterior tenía una vida pacífica, tenía amigos, y práctica de fútbol, pero debido al nuevo trabajo de mi padre tuvimos que mudarnos, el cual quedaba muy lejos de nuestra casa, allí le pagaban mejor y quiso darnos una casa con mayor espacio y comodidad.

Mi familia y yo nos íbamos a mudar en un conjunto de casas elegantes y un barrio pacífico. De cierta manera me encantaba la idea de tener otra vida, pero No quería dejar a mis amigos, mi colegio, implicaría empezar desde cero.

Estaba en mi cuarto pensando en lo que se venía ahora. Mi madre entro a mi habitación y me vio decaído, se me acerco y pregunto.

Andrea:- ¿Leo que tienes? ¿Te encuentras bien?

Leo:- No estoy bien, no quiero cambiar a mis amigos.

Andrea:- hijo es una oportunidad única para tu padre y para nosotros, tendremos una mejor vida.

Leo:- pero y ¿mis amigos?, no quiero dejarlos

Andrea:- Si perderemos contacto con ellos, pero podrás visitarlos y ellos a ti.
No será un adiós para siempre, además piensa que conocerás a nuevos amigos. No te preocupes Bueno.
Termina de empacar salimos mañana temprano a nuestra nueva casa.

Leo:-mi madre salió de mi cuarto, me levanté y termine de empacar mis cosas, al mismo tiempo pensaba en lo que mamá me dijo, de cierta manera me tranquilizó.

En la mañana antes de irnos, le eche un último vistazo a la casa, y pocos minutos después me monté al camión junto con mi hermano.

Nos esperaba un largo camino a nuestra nueva casa, a medio día llegamos aún vecindario muy diferente al que conocía, todo era más calmado, y las casas eran más grandes, refinadas y lleno de vida.

De últimas baje del camión y le eche un vistazo a mi alrededor, observé una casa muy particular, era grande y de color negro, usualmente las casas así daban miedo pero está no, aquella tenía algo que la hacía ver elegante y bonita, tenía un jardín de rosas blancas muy bellas, nunca había visto casas de ese color ,se veía acogedor.

A lo lejos vi a una niña observándome, supongo que le causa curiosidad saber quién se muda.

Luego mi madre me mostró la casa en la que nos mudaríamos, justo al frente de aquella casa de negro.

Al momento, de esa casa salió una señora, acercándose con una canasta de bienvenida, mi madre y la señora hicieron conexión al instante, justo después nos presentaron a mi hermano y a mí, y amablemente nos dio la bienvenida, acto seguido aquella señora quiso presentar a los miembros de su familia.
De allí salieron dos niñas una más pequeña y otra que era cómo de mi edad, nos llevamos bien, y empezamos a charlar y jugar un rato, cuando era el momento de que ellas se fueran, comencé a pensar en lo que mamá me había dicho, tenía razón, me divertí, y la tristeza que sentía por haber abandonado a mi amigos, poco a poco se alejaba, claro que los extrañaba, pero sé que los podré ver.

Al estar adentro de la casa explore los rincones, de allí escogí mi habitación la cual daba hacia la calle, mientras organizaba mis cosas, dirigí mi mirada a aquella casa, la niña de antes me estaba observando así que decidí corresponderle el saludo.

Horas después callo la noche y estaba cansado, me aliste para irme a dormir, le di las buenas noches a mis padres y me acosté, sólo bastó unos minutos para quedarme totalmente dormido.

A la mañana siguiente me levanté un poco tarde eran las 9:30 am, el último día que quedaba de descanso, domingo.
Baje al comedor y mi madre estaba sirviendo el desayuno, alegremente me saludó.

Andrea:- buenos días hijo ¿dormiste bien?

Leo: -Hola mamá, si dormí bien, me gusta cuando la noche cae y sólo nos acompaña la luna, tengo una buena vista, la verdad me está gustando el cambio.

Andrea:- Me alegra que te guste el cambio, bueno te comento que ahora tenemos que empezar a buscar un colegio para ti y tu hermano, así que arréglense y vamos temprano para que empiecen lo más pronto posible.

Zack:- Bueno mami, y¿ dónde está mi papá ?

Andrea:-Tu papá sigue durmiendo, está muerto del cansancio, anoche se acostó muy tarde arreglando la casa, bueno dejen de hablar y coman que el tiempo es oro.

Al terminar de desayunar subí a mi cuarto y lo arregle, enseguida me bañe y me vestí. Dirigí mi mirada a la ventana y observé a mi madre hablando con la vecina del frente, queriendo saber que pasara, baje con mi hermano y salimos, no pudimos escuchar nada, ya que en ese momento mi mamá se estaba despidiendo de ella.

Leo:- Mama y ¿qué hacia la Sr Lyla aquí?
Andrea:- vino a decirme que en el colegio donde van sus hijas, tienen inscripciones abiertas, me lo recomendó, dice que es un buen colegio, así que vamos a preguntar allí.

Llegamos a un colegio llamado instituto del Pilar, golpeamos y una
señora del aseo nos abrió y nos dijo:- si están buscando información sobre las inscripciones puede hablar con el director.

Entramos y observamos que el instituto era enorme. Enseguida la señora del aseo le indicó a mi madre donde era la oficina del director, mi hermano y yo esperamos afuera, mientras fuimos a explorar los salones de clase.

Fui al salón de 3 grado, donde allí se suponía que estaría. Los asientos se veían cómodos, me dirigí a observar más de cerca, cada puesto tenía los nombres de los niños, habían 4 filas
En la 3 fila a tres puestos vi un nombre que me causó curiosidad, el nombre y apellido de Alison estaban allí, enseguida mi hermano apareció y dijo

Zack:- hermano mi madre nos está buscando, tenemos que irnos.

Leo:-enseguida voy

Me fui hasta la puerta para un último vistazo y pensé que ya no estaría sólo, ya que cursaría con Alison, salí de allí y fui corriendo hasta donde estaba mi madre, llegue donde estaba con mi hermano y nos dijo.

Andrea: (mamá):- bueno ya hablé con el director y me dijo que si los podía recibir; ya pague la matrícula de ustedes y los uniformes los compraré después, el director nos dio tiempo para que pudiera comprar los uniformes, mientras irán con ropa normal. Quiero preguntarle a lyla donde los puedo comprar.

Nos dirigimos a nuestra casa…

Al llegar me fui a mi habitación y puse música, enseguida me acosté en mi cama y me puse a pensar en mi nuevo colegio, ¿cómo serían mis compañeros? , no sabría si yo les iba a agradar.
Momentos después mi madre nos llamó a mi hermano y a mí, con curiosidad me asome a la ventana, eran las vecinas del frente Alison y Sara, baje las escaleras para saludarlas, al bajar mi hermano ya estaba allí, y mi madre se había ido.

Leo:- Hola ¿cómo están?
Alison:- Hola estamos bien, nosotras ¿queríamos saber si pueden venir a jugar con nosotras?

_Andrea escucho la conversación de los niños y enseguida intervino diciendo.

Andrea:- No sé, el problema es que ya casi vamos almorzar y después vamos a ir comprar los uniformes, ¿Sabes por casualidad en donde compro tu madre los uniformes?

Alison:- Si se exactamente dónde,¿ si quiere anotó la dirección y después les da permiso de jugar un rato?.

Andrea:-Hay si me gusta la idea.
Alison:- listo entonces vamos a ir almorzar y luego le traigo la dirección.

Andrea:- Listo no hay problema, nos vemos al rato.

Hermanas:- ¡Hasta luego!.

Luego de un rato ellas volvieron y nos dieron la dirección de la tienda donde estaban los uniformes.

Al llegar mi hermano y yo nos lo probamos, la señora de la tienda nos dijo que se demoraría un tiempo y enseguida mi madre los dejo pago y salimos de allí, al llegar a casa mi madre nos dio permiso de jugar un rato.

Leo:- Bueno mamá nos vemos voy a jugar.
Andrea:- los quiero antes de las 6:00pm dentro de la casa, y no se alejen demasiado.

Mi hermano y Sara se quedaron al frente de la calle jugando, mientras que Alison y yo fuimos a otra parte.

Alison:- ¿Oye que te parece si vamos a los videojuegos?
Leo:- ¿te gusta eso?
Alison:- Si ¿por qué? ¿Te parece raro?
Leo:-Sólo un poco, eres la primera niña a la que le gustan los videojuegos, si me encantaría ir Alison.
Alison:- Bueno, pero no me digas el nombre completo dime Alice, ¿y qué te parece si mientras vamos allí me cuentas algo de ti?.

Mientras caminábamos nos conocimos un poco más, era agradable estar con ella es diferente de las demás niñas.

Al llegar al lugar, jugamos en diferentes aparatos y me divertí tanto, que el tiempo pasó volando, y cumplí lo que dijo mamá, Alice y yo nos fuimos a la casa para llegar antes de las 6:00pm, al llegar me despedí de ella.

Entre y aliste mi maleta para mañana primer día de clase. . .al terminar mi madre nos dio algo de cenar y enseguida nos mandó a lavarnos los dientes y después ir a la cama.

Efectivamente le obedecí pero aún no quería dormir, me fui a mi cuarto y me acosté en mi cama para pensar, tenía muchas preocupaciones en la cabeza, sin darme cuenta me quedé dormido.

Los primeros días de clase me gustaron, y después de unos meses me acostumbré.

*Alrededor de 2 meses, los Morgan y los Johnston se llevaban bien, casi se podría decir que habían entablado una relación de amistad.

A la mañana siguiente del lunes me bañe, vestí, desayune lave mis dientes, cogí mi maleta y me despedí me mi madre y mi padre, salí a la puerta con mi hermano y al frente pude divisar a Alison estaba con su hermana pequeña, así que corrí hasta ella para saludarla.
Le extendí la mano para que me saludara pero note algo extraño en su muñeca, tenía una venda y en ella sobresalía la sangre de los rasguños, en aquella muñeca se podía divisar un 6 Así que le pregunté:

Leo:- ¿Que te pasó allí? Ayer no tenías esos rasguños.
Alice:-Después te contare, vamos o llegaremos tarde al colegio.

-Ella me lo dijo con una sonrisa en su rostro, no me esperaba esa reacción, esa fue la primera vez que vi una expresión vacía en su cara.

y sus ojos cambiaban continuamente de café a negros totalmente sin rastro de blanco, me asusté, y salí corriendo con mi hermano en camino a la escuela, ella se quedó hay parada viendo alejarme.

Llegué a la escuela muy asustado, esperando que Alison no me hubiera alcanzado, me dirigí al salón y me senté donde se me había indicado, en ese instante sonó la campana para comenzar las clases, en ese momento Alison llegó como si nada hubiera pasado, me saludó y se sentó en su pupitre

Estuve todo el tiempo mirándola y estando alerta. Terminaron las clases y no le dije nada, estaba asustado de que pasará lo mismo de esta mañana. Simplemente me fui a mi casa con mi hermano, faltaba una cuadra para llegar, cuando Alice me sorprendió por la espalda.

Alice:-oye ¿por qué, no me esperaste?, quería irme contigo.

Leo:-Lo siento, pero tengo que llegar temprano, tengo práctica de fútbol.

Alice: -podrías habérmelo dicho. Bueno espero que te valla bien en tu práctica, adiós nos vemos luego.

-Entonces sólo me despedí, y ella y su hermana salieron corriendo hasta su casa. La hermana menor entró Primero y antes de que Alice entrará se detuvo y me miró fijamente. Luego levanto la mano para despedirse una vez más.
Hice lo mismo y me di cuenta que la venda y los rasguños no estaban, pensé que sólo era mi imaginación, que lo que vi esta mañana no era verdad; entonces con algo de dudas entre a mi casa para almorzar y después irme a mi práctica.

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