I
Anteayer vi a Dios
era casi de día
las putas abandonaban las calles de Once
para dormir en Azul o en Lua
y los pibes laburaban celulares.
Mientras yo veía a Dios.
II
Desde la cima de mis pensamientos
escuché moverse tras de mi
algo similar a una cabeza flotante
que me hablaba:
«Yo soy la piedra»
Y al rato todo volvió a ser agua.
III
El silencio
lo que se construye en el silencio
lo que se mueve atrás nuestro.
No estamos bien
me lo dijo Dios.
IV
Anteayer vi a Dios.
Tenía las manos gastadas y el cuero seco.
Su voz era un gimoteo leve.
V
Se parecía a mí.
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