​Dibujo letras a raíz de la vela

​Dibujo letras a raíz de la vela

Su llama indica el movimiento que mi piel quiere trazar

Su fuego es la lanza que aviva la danza…

Ardo y amo
a la intensidad como cualidad de lo que me rodea,
al misterio como habilidad
que le da cuerda a mi curiosidad.

Lluevo y respiro

los procesos que habitan el camino,

todo lo que no se sale cuando me sacudo,

porque algo muy antiguo

me tatuó

y no en la piel.

Miro y decido,

de mis propias huellas el lugar y la forma que van a dejar,

Mi siguiente paso,

Y si me quiero o no abrigar,

el cómo y quién de esos abrazos.

Me refugio y vivo

en la sed de lo salvaje

en la magia de la chispa

de la mirada cuando brilla de pasión.

En la hipnosis

del instante

que se expande

En el beso del amante

Que no tiene estación.

Construyo y cuido

la guarida con sus puertas que se abren

las piernas que pedalean,

la carpa en cualquier parte

la gente que me llena,

la imaginación que vence a la razón.

Suelto y sonrío

lo que siento de más en este cielo,

lo que pueda ser sombra de pesadilla,

la jaula del pájaro que ya sabe que es libre,

aquello que pesa más en mi equilibrio,

el nudo que me desata del presente,

Ya no lo quiero.

Leo y escucho mi camino

en la suerte que me toca

en la energía que se cruza

en las cartas que me suelen ayudar

en mis poesías viejas

en los animales entre rejas

y en los bosques que no paran de quemar

Hay en el mundo tanto que quiero espantar.

Y se abre una selva virgen de lealtad,

llena de voces que me vienen a preguntar…

¿Qué sentido sentís

cuando respirás sin luchar?

Espantá

todo eso que te espanta.

Espantá

como te espantan.

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