MIA
Después de haber visto a mi hermano borracho y decir cosas sin sentido, le pregunté
porque hablaba asi y el dijo que era producto del alcohol. Estaba segura que su
borrachera hablaba por él.
Las clases en la universidad habian sido de lo peor, no obstante tenía que aguantar a
otro niño rico pero esté era más prepotente que Santiago, pero a ese chico ya lo habia
visto en algún lado pero no recordaba en donde. Lo que llamo mi atención es que se
hablara con sus mejores amigos de Santiago de seguro se conocen.
-¿En que piensas? – pregunta Kate comiendo su hamburguesa.
Habia quedado con kate en ir a comer comida chatarra y pasar más tiempo juntas ya
que el trabajo y los estudios nos tienen ocupadas.
En papá – digo para disimular
-Lo extrañas verdad – dice ella limpiándose la comisura de sus boca
Antes de que el se vaya, mi vida era más fácil y completa, lo tenia todo, no lo digo por el
dinero, lo digo por la felicidad que habia en casa con papá y Steve.
-Si, un montón – respondo con tristeza
-Cambiando de tema, ¿Cómo vas con Santiago? – pregunta ella dándome empujoncitos
con su hombro.
-¿Santiago? – a que viene tu pregunta Kate
-Nada, olvídalo – aunque sabes pienso que entre ustedes puede pasar algo – dice ella
-Estás loca! – nunca pasara nada entre nosotros NUNCA.
-Del odio al amor hay ….
-Cállate – dije
No la deje terminar la frase, realmente estaba loca para suponer una tontería así, entre
él y yo jamás pasaria algo, lo detesto y odio todo de él.
-Seguiré comiendo para no decir una burrada más – me rio de sus palabras
Media hora después volvíamos a casa caminando, mientras kate me hablaba de su
futuro planeado
Pero mi mente no dejaba de pensar en lo que me dijo kate en el restaurant sobre
Santiago, tengo miedo de enamorarme de alguien como él, por ser un niño rico y
presumido. Tengo miedo de terminar como Margareth. El turno que tuve con ella me
conto que fue difícil enfrentarse con sus padres y decirles que ella estaba embarazada y
para suerte de ella sus padres la apoyaron, no todas corren con la misma suerte.
Margareth dijo que tener novio implica responsabilidad en todo el sentido de la palabra
por ejemplo tener tiempo para él, apoyarlo en los malos momentos y sobre todo ser
responsable al momento de tener intimidad. Mientras ella siguió contándome hubo una
parte en la que se puso triste, me di cuenta porque bajo la mirada y su voz estaba
entrecortada.
-Sabes Mia a veces los hombres son tan imbéciles porque piensan que si no sigues con
ellos puedes morir, pero no es asi, a mi al contrario me sirvió para darme cuenta de que
él no valía la pena.
-¿Por qué? – le pregunte confusa
-Porque el muy imbécil me dio dos opciones cuando se entero que estaba embarazada;
la primera; que abortara y él seguiría a mi lado, la segunda: lo tenia a mi bebe y el se iba
de mi lado para siempre. Y ¿Cuál crees que decidí yo? – verla a mi pequeña todos los
días es el mejor regalo de Dios, tenerla sanita y repartiendo besos y abrazos es lo único
que me hace feliz – dijo Margareth sollozando.
-Casi hemos llegado – dice kate
-Ah – me limito a responder mientras sigo caminando
-Mia me has escuchado – grita mi mejor amiga
La habia dejado de escuchar porque recordé la conversación que tuve con Margareth.
-Perdona, ando un poco distraída – dije
A veces la vida es tan dura para las personas que se esfuerzan en salir adelante
-Y ya llegamos – anuncia Kate cogiéndome del brazo para dejar de caminar
-Adiós Kate – le doy un abrazo y me despido de ella.
Camino hacia mi casa con frio.
Al cabo de una hora me meto a mi cama, por fin, cierro los ojos y sin querer me imagino
al niño rico de Santiago. Muevo la cabeza para desechar aquella imagen, pero mi mente
me traiciona y vuelvo a pensar en Santiago.
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